Jordi Martín ha desarrollado toda su trayectoria deportiva en la gestión deportiva. Ahora quiere trasladar esa experiencia a la gestión del CN Terrassa.
Imagino que ya hay ganas en su equipo de que acabe este proceso.
Sí. Queremos que la gente manifieste su opinión y elija la opción que le ofrezca más garantías para dirigir el club durante los próximos seis años. Lo que estamos haciendo es histórico, porque será la primera vez que los socios puedan votar para decidir quien debe ser el presidente.
¿Qué expectativas tiene?
No tenemos referentes, no sabemos cuanta gente irá a votar, ni si habremos sido capaces de movilizar a un colectivo importante. La gente no está acostumbrada y es difícil predecir.
El único dato previo son las firmas que presentaron las dos precandidaturas. Ustedes presentaron más.
Eso es sólo un indicador. Pero la votación es la que marcará la realidad. No quiere decir nada. Las dos candidaturas hemos hecho una buena campaña.
¿Se siente favorito?
En absoluto. Entiendo que tenemos opciones de ganar, pero igual que la otra candidatura. Somos moderadamente optimistas.
¿Sería positivo que la participación fuese elevada?
Es complicado, porque la entidad tiene muchos socios pero que tengan un sentimiento de pertenencia no somos tantos. Ese es uno de los objetivos a mejorar, la fidelización del socio.
¿Qué balance hace de la campaña?
Hemos hecho una campaña en positivo, intentando explicar lo que queremos hacer. Estamos contentos de la relación que hemos establecido con el socio. Y hemos apreciado que la gente tiene ganas de que se produzca un cambio.
¿El debate ha sido enriquecedor?
Que dos candidaturas hayan llegado hasta el final es muy positivo. Hemos podido percibir que el socio ha sido poco escuchado durante estos años. Por primera vez ha podido participar en este debate.
Decía usted que percibe el deseo de un cambio.
La gente no está satisfecha de los últimos años. Y el tema económico tiene un peso en ese sentido, igual como la inestabilidad laboral o el trato directo al socio que no ha sido correcto. La gente quiere otro modelo de gestión.
¿Qué club quiere construir en caso de obtener la victoria?
Queremos recuperar el modelo de club familiar, con una gran diversidad en su composición. Que pueda hacer actividad deportiva todo el mundo, que no sea elitista, donde se cuide la alta competición o el deporte para todos los colectivos.
¿Qué planes tiene en el ámbito deportivo?
Es la base de nuestro proyecto. La razón de ser de esta entidad es la promoción y la práctica del deporte y ese debe ser nuestro eje. La gente debe conocernos por el modelo de práctica deportiva, no por una manifestación que corte la avenida o por un despido. Que todos los beneficios obtenidos de la gestión se trasladen a la mejora de la práctica deportiva, no al marketing o a campañas publicitarias de altos vuelos. Hay que invertir en que el socio esté contento y que nuestro deporte sea líder en la ciudad, tanto en el ámbito formativo como en el alto nivel.
¿Piensa hacer muchos cambios organizativos?
No. Tenemos máxima confianza en el activo del club y estamos satisfechos del funcionamiento de las distintas secciones. Y a nivel de dirección general también estamos satisfechos dado que se ha redirigido la situación de la entidad y queremos dar un margen de confianza.
¿Qué es lo primero qué haría en caso de ganar?
Dos cosas. Un plan de choque de limpieza y rehabilitación de los vestuarios y convocar a los trabajadores para hablar con ellos de forma directa para alinear a todo el mundo en la misma dirección.
¿Qué club se encontrará quien gane las elecciones?
Nuestros estudios nos dicen que este club es sostenible con 17.000 socios. Hay que controlar los gastos, reducir la conflictividad laboral y no subcontratar servicios.
¿El club está enfermo a nivel económico?
Tenemos una deuda bancaria de siete millones de euros producto de las obras del Pla Director y se han cerrado en negativo los cinco últimos ejercicios, con un global de un millón de euros. Estamos a 88.000 euros de la quiebra. La austeridad marcará cualquier actuación, sobre todo a nivel de inversiones. El primer objetivo es cerrar con números positivos este primer ejercicio porque no podemos permitirnos seis años seguidos de déficit. En ese sentido, queremos proponer un cambio estatutario para que no vuelva a pasar. Que cerrar tres ejercicios en negativo signifique la convocatoria inmediata de elecciones. Ahora mismo es inviable pensar en inversiones.