La siniestralidad laboral continuará en 2015 con la senda alcista que retomó el año pasado, tras seis años a la baja que coincidieron con el periodo más agudo de la crisis económica. Entre enero y octubre de 2015, en el Vallès Occidental se registraron 7.833 accidentes con baja, según los datos que facilita el departamento de Empresa i Ocupació. Ello significa 855 más que en el mismo periodo del año anterior y un alza relativa del doce por ciento. Sin embargo, y a diferencia del balance del conjunto 2014, en que la siniestralidad creció en todos los sectores, en los diez primeros meses de este ejercicio la agricultura ha roto esa evolución negativa. Sin embargo, se trata del sector con menos peso en el conjunto de la demarcación.
Por nivel de gravedad, un capítulo aparte merecen los accidentes mortales, que son los únicos en que la accidentabilidad rompe con la tendencia alcista. Así, hasta el pasado mes de octubre fallecieron seis trabajadores, lo que supone dos menos que en el mismo periodo del año anterior y un descenso porcentual del veinticinco por ciento. Los fallecimientos se produjeron en la industria (dos), en los servicios (tres) y en la construcción (1). Los accidentes de carácter grave, por contra, aumentan un seis por ciento. En lo que va de año se han contabilizado 38 percances de esta gravedad frente a los 36 del año pasado. La excepción es la industria, donde los accidentes graves cayeron un 23 por ciento ( diez este año frente a los trece del año pasado).
En general, la industria es el sector que experimenta en conjunto el incremento más discreto de todos los sectores (95 accidentes más con baja), lo que supone un alza porcentual del cuatro por ciento. En la construcción crecen un 33 por ciento (204 accidentes más), mientras que en los servicios el alza es del quince por ciento (571 percances más este año).
La excepción
Por contra en la agricultura, la siniestralidad cayó un 63 por ciento. Este año se han registrado nueve accidentes por los veinticuatro del año pasado (uno de ellos mortales). Los accidentes laborales volvieron a la senda alcista en 2014, después de caer a mínimos históricos en 2013 tras encadenar seis años de reducción. Esta tendencia a la baja se inició en 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis económica y persistió hasta el primer trimestre de 2014, cuando se registró un primer incremento de un 6% en la siniestralidad. Una tónica que se mantuvo e incrementó a lo largo del pasado ejercicio, y se confirma en lo que va de 2015.
Cifras inaceptables
CCOO alertó del aumento de la accidentabilidad en el conjunto del Estado español, unas cifras "inaceptables" que, además, cree que se podrían haber evitado con las medidas preventivas necesarias. Entre enero y septiembre se produjeron 385.276 accidentes con baja laboral, de los que 334.382 ocurrieron durante la jornada de trabajo y 50.894 fueron ‘in itinere’. Con relación al mismo periodo del año anterior, los accidentes con baja aumentaron un 8,4 y, dentro de ellos, los ocurridos en el transcurso de la jornada subieron el 8,4%, mientras que los accidentes ‘in itinere’ se incrementaron el 8,6 %. En total se registraron 454 fallecimientos.
"Los recortes en los derechos laborales y la inseguridad del empleo, como consecuencia de la reforma laboral, son causas fundamentales en la siniestralidad que se registra en nuestra región", argumenta CCOO, que reclama que las políticas preventivas se refuercen.
Y, en particular, exige un aumento significativo en la plantilla de Inspección de Trabajo y Seguridad Social para ejercer de manera más efectivas las campañas que tienen programadas para el año 2016. CCOO considera que en cualquier accidente laboral con resultado de muerte o grave donde la actuación del empresario ha sido negligente se deben depurarse todas las responsabilidades administrativas, civiles y penales, para que los empresarios infractores de la normativa en materia de prevención asuman su responsabilidad. "En ningún caso se puede criminalizar a las víctimas que los sufren".
Por otro lado, fuentes patronales, que achacaron el aumento de los accidentes, a la mayor actividad económica, pidieron "no bajar la guardia y poner sobre la mesa la cultura de la prevención como cultura de futuro", así como una normativa "clara, concisa, fácil de entender, no para todos igual y teniendo en cuenta las nuevas posibilidades tecnológicas".