Jaume Álvarez, actual presidente del CN Terrassa, presidió el jueves su última asamblea de socios compromisarios. En enero dejará su actual responsabilidad en manos del candidato que salga vencedor de las elecciones del día 9. Álvarez y su equipo hicieron balance del año que han estado al frente de la entidad, con un destacado contenido económico.”Hemos tenido que tomar decisiones difíciles que se enmarcan en el contexto económico que vivimos”, señaló Álvarez.
La fotografía económica del club a 31 de agosto, fecha de cierre de la temporada 2014-15, indica un nuevo déficit, en este caso de 176.855 euros. Pero la junta directiva matizó la lectura real de ese balance y asumió un discurso optimista de cara al futuro inmediato. Esas pérdidas, según explicó el tesorero Andreu Aparicio, se justifican en buena medida por la elevada partida que se ha tenido que provisionar para afrontar indemnizaciones salariales por despidos. La cantidad en ese capítulo se eleva a poco más de 214.000 euros.
“Pese a que el resultado es negativo, la lectura que hacemos es positiva”, explicó Aparicio. “Si el año pasado hablábamos de una cuenta de explotación negativa, en esta oportunidad el resultado de explotación es positivo. Hemos dado la vuelta a ese escenario.”
El otro punto económico destacado de la asamblea se refería a la aprobación del presupuesto del ejercicio 2015-16, que gestionará la junta directiva entrante. La reducción presupuestaria será notable, de casi un millón de euros. Los ingresos previstos se sitúan en 7.046.357 euros y los gastos en 6.892.45. Por tanto, se presume un superávit de 153.907 euros.
Andreu Aparicio señaló que se han aplicado rebajas en todas las partidas. Las secciones han visto reducidas sus aportaciones en un 10 por ciento y en gastos de personal el ahorro es de casi 600.000 euros.