Pep Moliner es el impulsor de los "mossenaires", un grupo de entrenamiento que cada sábado se reúne en la zona de Mossen Homs para correr por espacio de una hora por uno de los parajes más extraordinarios del entorno natural de Terrassa. Lo que empezó siendo una iniciativa de Pep Moliner y su compañero Javier Jaques en 1994 se convirtió con el tiempo en una actividad plural que cada semana reúne a más de medio centenar de personas con la única motivación de practicar el atletismo desde un sentido lúdico. Se estima que desde el comienzo de esta actividad, unas seiscientas personas han participado de forma directa.
El pasado sábado la jornada fue especial dado que los participantes en esta iniciativa tributaron un homenaje sorpresa a Pep Moliner. Como siempre se concentraron en Mossen Homs, pero esta vez el entrenamiento fue menos intensivo y de menor duración. Unas setenta personas esperaban a Moliner en el punto de encuentro para iniciar la actividad y entregarle el documento que le acreditaba como "mossenaire d’honor", una distinción simbólica que él entrega cada semana a una persona distinta. Esta vez, sin embargo, el protagonista fue él. El grupo se dirigió hacia Can Bonvilar, donde le esperaban más "mossenaires" para desarrollar la parte más festiva de la jornada. Allí se le entregaron distintos regalos y se resaltó su figura, fundamental a la hora de entender esta actividad deportiva que ya es un referente para muchos atletas no sólo de la ciudad sino de otras poblaciones. Fue el vicepresidente de la Federació Catalana d’Atletisme, Josep Maria Antentas, quien glosó la personalidad de Pep Moliner.
Pep Moliner, que no escondió su emoción por este acto de reconocimiento a su figura, recibió una placa conmemorativa, un montaje fotográfico con los distintos grupos que han ido participando en las sesiones, una panera y un ramo de flores para su esposa. El acto acabó con un brindis con cava en su honor.