Ni Víctor Merchán ni Fernando Núñez. Los dos futbolistas que ha pedido el entrenador del Terrassa, David Pirri, para potenciar la plantilla de cara a la segunda mitad del campeonato, no se incorporarán al club. En cambio, ayer empezó a entrenar con el equipo el centrocampista brasileño Filipe Oliveira da Silva, nacido hace 22 años en Sao Paulo. Estará a prueba para que el cuerpo técnico decida en relación a su fichaje. Es la alternativa planteada por la directiva a las peticiones del entrenador, que ha reclamado dos incorporaciones en el centro del campo y una más en la demarcación de delantero centro.
Filipe Oliveira actúa en la posición de pivote defensivo y se encuentra en España con un permiso de estudiante que le permitiría fichar de forma inmediata. Actualmente se encuentra sin equipo, después de haber militado en las filas del Flamengo y del Corinthians. El club ha señalado que la operación no le reporta ningún coste económico, dado que es su representante quien hace una apuesta deportiva por él. No se descarta que si el jugador no es del agrado de Pirri pase a incorporarse al filial de Primera Catalana.
Las razones del club para desestimar los dos fichajes reclamados por Pirri son distintas. En relación a Merchán, el argumento es económico. El centrocampista madrileño, actualmente en las filas del Vilafranca, ya había alcanzado un principio de acuerdo con el secretario técnico, Sergio Montero, para hacer efectivo su fichaje en un Terrassa donde la temporada pasada rindió a un alto nivel.
El no a Merchán
Sin embargo, desde el club se entiende que las pretensiones del futbolista están muy por encima de las posibilidades actuales del Terrassa y se considera que es contraproducente instalar un notable desequilibrio económico en el vestuario. Montero explicó hace unos días que Víctor Merchán realizaba un notable esfuerzo económico para venir al Terrassa, rebajando de forma muy significativa las cantidades que estaba percibiendo ahora. Pero en el club se estima que el precio sigue siendo demasiado elevado.
En relación a Fernando Núñez, futbolista que también actúa en el centro del campo, la razón de la negativa no tiene que ver con el coste del futbolista sino con el criterio aportado al respecto por los directivos, que entienden que no se ajusta al perfil que debe buscar el club. Un planteamiento que choca de forma frontal con la opinión de David Pirri, quien ha manifestado de forma reiterada que Fernando es el jugador que precisa en estos momentos para el centro del campo, dado que le aporta un perfil del cual carece en estos momentos. Además, el técnico considera que la relación calidad-precio es óptima. La edad del futbolista (37 años) parece ser uno de los aspectos que fomentan el desencuentro.
Este tema hace más de dos meses que está encima de la mesa (el jugador incluso ha pasado la revisión médica) y se ha convertido en un verdadero pulso cuyas consecuencias finales están aún por ver, dado que ha incidido de forma importante en la relación entre la cúpula directiva (léase el presidente Jordi Cuesta y el vicepresidente Ildefons Doblas) y los dos máximos responsables de la parcela deportiva, Sergio Montero y David Pirri. Fernando entrena con la plantilla desde finales del mes de agosto
Los dos temas parecen cerrados. Con Merchán las negociaciones están rotas y Fernando podría dejar de entrenar en breve. Hoy, viernes, está programada una reunion entre la cúpula directiva de la entidad con Pirri y Montero en la que se abordará la situación deportiva y estos últimos movimientos.
Discrepancias
Ahora está por ver qué movimientos se producirán, dado que las diferencias de criterio a la hora de reforzar la plantilla son más que evidentes. Pirri ha manifestado en reiteradas ocasiones que trabajará con lo que le den, aunque mantiene la necesidad de potenciar la plantilla en determinadas demarcaciones. Además de la llegada de dos centrocampistas, quiere un delantero centro. El técnico ha descartado el fichaje de un central, sugerencia que se le había hecho llegar desde el club. La buena marcha del equipo, que se encuentra a un punto de distancia de la zona de promoción de ascenso, avala al técnico de Badia, quien hace unas semanas manifestó que no iba a aceptar a ningún jugador que él no aprobase.
La mayor incógnita se centra en las decisiones que pueda tomar la junta directiva. Desatendidas las dos demandas del cuerpo técnico con nombre y apellido (la tercera es la llegada de un delantero centro) existe curiosidad por observar en qué camino se producen los futuros movimientos. Tras la llegada de Oliveira está previsto que se produzcan otras para potenciar el equipo. El presidente Jordi Cuesta señaló tras la ampliación de capital que el club disponía de recursos suficientes para atender las peticiones del cuerpo técnico. No se descartan nuevas operaciones en mercados internaccionales, sobre todo después de la incorporación como segundo accionista de la sociedad anónima de Raoni Borges, amigo de Jordi Cuesta y de origen brasileño, a quien el presidente otorga rango de asesor deportivo por sus conocimientos del mercado.
En todo caso, la diferencia de criterios entre el cuerpo técnico y los responsables directivos se ha ido acentuando con el devenir de la temporada. El primer desencuentro fue referente a los objetivos del club, que el presidente fijó en la promoción de ascenso y el entrenador en la permanencia, con una diferencia adicional en ambos discursos en relación a la inversión económica efectuada. El último, de momento, está centrado en el mercado de fichajes.