El presupuesto de inversiones para 2016 del Ayuntamiento de Matadepera, que asciende a un millón de euros, no contempla ninguna partida para los huertos urbanos de Can Roure. Se trata de un ambicioso proyecto promovido en la recta final del mandato anterior por el entonces concejal de Urbanismo, Jordi Roca, que de momento queda aparcado ‘sine die’, pese a que en su momento se le dio una gran relevancia. Es más, en los presupuesto de este 2015 había una partida para licitar y ejecutar el proyecto que al final no se ha utilizado.
La alcaldesa, Mireia Solsona, afirmó ayer que el proyecto se ha guardado en un cajón por "un tema de prioridades" en la inversiones previstas para el próximo año, en las que se llevan las partidas más importantes la reforma de la sede de la Policía Local (267 mil euros); la renovación del sistema de cámaras de videovigilancia (unos cien mil euros) y la tramitación e inicio de las obras del campo municipal de hockey (partida inicial de 164 mil euros, que se ampliará considerablemente en 2017).
"Tanto la reforma de la caserna de la Policía Local como la renovación de las cámaras de videovigilancia, dos temas sobre seguridad que van ligados, son proyectos que hemos querido priorizar porque son muy necesarios para el municipio", defendió la alcaldesa al justificar la retirada del proyecto de los huertos urbanos de Can Roure. Y esgrimió otro motivo más: su encarecimiento, cuyo presupuesto finalmente ascendía a unos 180 mil euros. "El coste es muy alto", afirmó Solsona, quien a la pregunta de si hay una previsión para retomarlo, contestó con un lacónico "el tiempo lo dirá".
Plan especial
El proyecto, en el que se trabajó con mucha intensidad en el final del pasado mandato, hace tiempo que está confeccionado y aprobado por pleno (sólo falta redactar una ordenanza que regule el uso de los huertos), por lo que su ejecución sólo dependía de una decisión política.
Los huertos urbanos se iban a crear en unos terrenos municipales de unos 15 mil metros cuadrados en Can Roure, cerca del cementerio, para lo que se tuvo que redactar un plan especial que incluía un cambio de usos (recalificación) de esos terrenos. La idea era que en una primera fase los huertos ocupasen aproximadamente la mitad de la finca municipal.
El proyecto contemplaba la construcción de una balsa que se abasteciese de agua de lluvia, un invernadero, una zona de árboles frutales y otra de huertos (con un espacio también de huertos adaptados para personas con movilidad reducida), entre otros aspectos.
En su momento, el entonces concejal Jordi Roca defendió la iniciativa diciendo que "tiene un importante valor social ya que permitirá a las personas que participen ocupar su tiempo, crear un tejido de nuevas relaciones y mejorar su calidad de vida mediante una actividad física muy positiva para la salud". Unos 70 matadeperenses se habían interesado en ocupar una de las parcelas del ahora abortado parque de huertos urbanos.
El de los huertos urbanos no es el único proyecto que ha caído de la hoja de prioridades del equipo de gobierno. También lo ha hecho el que contemplaba la construcción de tres pistas de pádel donde se halla el polideportivo del complejo de las piscinas. Al igual que con los huertos, en el presupuesto de inversiones de este 2015 había reservada una partida de 120 mil euros para las pistas de pádel que no se ha usado. "El proyecto se ha quedado en el cajón porque se ha encarecido mucho y ahora hay otras prioridades", afirmó ayer la alcaldesa, Mireia Solsona, quien añadió que la inversión reservada este año para las pistas de pádel se ha desviado para mejoras en el alcantarillado. ¿Y por qué no se le ha dado continuidad al proyecto en las inversiones de 2016? "Porque hay otras prioridades", contestó la primera edil, que recordó la futura construcción del campo municipal de hockey, valorado en un millón de euros. Para 2016 se ha reservado una partida de 164 mil euros (procedente de una ayuda de la Diputació) para iniciar su construcción (el comienzo de obras está previsto para finales de ese año), mientras que en 2017 será cuando se realice el desembolso fuerte (hasta llegar al millón de euros) para finalizar el campo.