Diari de Terrassa

El Ayuntamiento disuelve el Patronato del Casal Cultural tras 26 años funcionando

El Patronato Municipal del Casal Cultural de Ullastrell, el organismo autónomo del Ayuntamiento que gestionaba el equipamiento, ha dejado de existir después de 26 años de andadura. Ahora será el propio Consistorio el que gestione de forma directa el edificio, mientras que de su programación y promoción cultural se ocupará una comisión que se creará en breve.

Esa comisión, presidida por la concejal de Cultura, Lourdes Sirisi, tendrá por delante la misión de relanzar el Casal Cultural, que anda de capa caída. Estará formada por seis personas: cuatro serán escogidas por los grupos municipales, que no buscan un perfil político, sino gente vinculada al mundo de la cultura y el asociacionismo, y dos figurarán en representación de las entidades del municipio (la intención del Consistorio es que esas dos personas sean escogidas por la Assemblea d’Entitats).

La disolución del Patronato del Casal Cultural se aprobó en un pleno extraordinario celebrado el miércoles y salió adelante por unanimidad. De hecho, todos los grupos políticos (ERC, JpU, CiU y UGO) van de la mano en esta cuestión, sobre la que llevan debatiendo tres meses. De alguna manera, lo que se persigue es revitalizar el equipamiento trasladando al Ayuntamiento su gestión del día a día y dejando en manos de una comisión su programación.

“Lo que sucedía hasta ahora es que las personas que formaban la junta del patronato dedicaban mucho más tiempo a la gestión del Casal que a su programación propiamente dicha. Ahora hemos querido darle un vuelco a la situación, de manera que el Ayuntamiento asuma la gestión y una comisión se encargue sólo de su promoción cultural”, explicó ayer el primer teniente de alcalde, Jaume Puig.

Espectáculos
“Ahora el espacio está desaprovechado, por lo que es necesario darle un impulso al Casal Cultural”, insistió Puig, quien no escondió que el patronato no era económicamente autosuficiente.

Ese es también otro de los motivo de su disolución, en cumplimiento de la ley para el adelgazamiento de las administraciones públicas. Al respecto, Puig afirmó que al gestionar el Ayuntamiento de forma directa el Casal Cultural habrá “una optimización de recursos” y, al mismo tiempo, las personas que se dediquen a elaborar su programación podrán centrarse únicamente en esa tarea.

El Casal Cultural, que se inauguró en 1990 (este año ha cumplido un cuarto de siglo de vida), tiene una superficie aproximada de mil metros cuadrados repartida en varias plantas. Dispone de una sala de espectáculos con 350 butacas, una biblioteca, una sala de exposiciones, un bar y un almacén, entre otros servicios.

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