Jesús Cortés, Presidente de Honor del CN Terrassa, admitió ayer que la situación de crisis que se vivió en el club el año pasado obligó a los responsables de la entidad a forzar la salida tanto del entonces presidente, Rafael Clares, como del director general, Joan Celma. Es la primera vez que una voz autorizada del club explica unas decisiones que desde la oficiliadad se justificaron por motivos personales, sin relacionarlas con la convulsión social que se produjo y que generó una notable conflictividad.
“Había que tomar decisiones como destituir al director general y cambiar al presidente, porque la situación era delicada y si se continuaba en la misma línea podría haber sido catastrófica”, explicó. “No se podía aguantar más en la misma dirección. Con el presidente se habló y entendió que lo mejor era hacer un cambio. Y con el director general se llegó a un acuerdo.”
Jesús Cortés acaba de dimitir como vicepresidente del CN Terrassa, cargo que ha ocupado en el último año, ante la inminente convocatoria del proceso electoral para escoger un sustituto a Jaume Álvarez en la presidencia. Y ayer compareció ante los medios de comunicación para justitificar su regreso a la directiva en estos últimos meses y posicionarse en relación al período electoral. Cortés, que públicamente se había mantenido en un segundo plano desde su regreso a la directiva acompañando a Jaume Álvarez tras la salida de Clares, admitió su papel de relevancia decisiva durante la grave crisis vivida en los últimos tiempos. “Volví por varios motivos. Me llamó el concejal de Deportes para expresarme la preocupación del Ayuntamiento tanto a nivel social como económico. Y también algunos socios críticos con lo que estaba sucediendo me dijeron que si no entraba se iba a agravar la situación.” Cortés explicó que llegó a ver en peligro la supervivencia de la institución. “Yo sabía cómo había dejado el club y que no había margen para equivocarse. Me comprometí a reorganizar la situación si me daban un año de plazo y luego convocar elecciones. Pero se necesitaba paz y tranquilidad para poder trabajar y darle la vuelta a la situación que se había generado. Así lo hemos hecho y hemos dado tiempo a que se pueden organizar las distintas precandidaturas.”
El Presidente de Honor del CN Terrassa señala que no era sencillo hacer una foto de la situación del club cuando se reincoporó a la directiva. “Nos faltó información y fueron precisos unos meses para tene un conocimiento real. Económicamente era una situación difícil y a nivel laboral nos encontramos también con un escenario conflictivo.”
En el buen camino
En cambio, explica que ahora la directiva de la que ha formado parte entregará una entidad organizada. “Los gastos de explotación y los ingresos se han equilibrado. Pero no se pueden cometer errores. Si se continúa haciendo lo que se tiene que hacer vamos en línea ascendente”, dice a nivel económico. “Socialmente hay que dejar que trabaje la candidatura que gane las elecciones. Y a nivel laboral se debe gestionar de forma correcta para que los trabajadores puedan recuperar algunos de los pluses que se les retiraron. Quiero aclarar que no se produjo una rebaja de sueldo y si alguien cree que la paz laboral se consigue subiendo los salarios se equivoca porque no podrá pagarlos y volverá a aparecer el problema.”
Pese al mensaje positivista, Cortés señala que la etapa actual aún es complicada. “El cojín que teníamos se ha ido reduciendo”, señala. “Estamos hablando de un club con 195 empleados entre trabajadores fijos, a tiempo parcial y deportistas. Y con ocho millones de euros de facturación. No hay tantas empresas a ese nivel.”
En relación al período electoral que se convocará este mismo mes, precisó que no tomará partido por ninguna de las tres precandidaturas que han expresado su decisión de concurrir. “Si me lo piden, todas las candidaturas tendrán mi firma. Y una vez haya estudiado el programa tomaré la decisión más conveniente, aunque no la haré pública.” Cortés entiende que el hecho de que se hayan presentado tres propuestas por primera vez en la historia reciente de la entidad, demuestra que el CN Terrassa “está vivo”. En todo caso, admite que movilizar a la masa social no será sencillo. “Tendrán que moverse mucho para que el socio participe. Cada día más la gente se siente un abonado y lo que quiere es que las instalaciones estén en buenas condiciones.”
Sobre los aspirantes a la presidencia, dijo que los tres le parecían válidos para presidir el club aunque había que estudiar sus programas. “Todos tienen mi puerta abierta si consideran que mi experiencia les puede resultar útil en algún sentido”.