El Terrassa FC acentuó en el campo de la UE Figueres dos de los principales problemas que arrastra esta temporada: su fragilidad defensiva y su mala línea de resultados cuando juega lejos del Camp Olímpic. En los dos apartados sigue siendo el peor equipo del grupo, circunstancia que penaliza de forma decisiva su trayectoria en el campeonato de Liga.
Aunque el conjunto de David Pirri se encontró en Vilatenim con el grave contratiempo del estado del terreno de juego a causa de la lluvia caída antes del partido, el desenlace del mismo no fue distinto al de la mayoría de salidas de esta temporada. En los seis desplazamientos que ha efectuado hasta el momento, el conjunto de David Pirri únicamente ha sido capaz de ganar en una oportunidad, en el campo del Manlleu (0-1). Los otros cinco enfrentamientos como visitante se han saldado con otras tantas derrotas. Con tres puntos, el conjunto egarense es el peor del grupo como visitante únicamente igualado en esa parcela por el Santfeliuenc.
El problema defensivo es indudable y alcanza registros absolutamente inesperados. El Terrassa ha encajado ya 23 goles, la cifra más elevada del campeonato. Le siguen en esa estadística Vilafranca y Rubí con 20 goles en contra. Hace ya siete jornadas consecutivas que el marco del Terrassa no acaba un partido a cero.
Un coladero
Lejos del Camp Olímpic ese déficit se incrementa de forma notable ya que como visitante el Terrassa ha recibido 17 goles. Es indicativo que el segundo peor registro defensivo como visitante es el del Rubí con cuatro tantos menos. En todas las salidas menos en una (la de Manlleu), el conjunto de David Pirri ha encajado un mínimo de tres goles. Una cifra que le impide obtener mejores resultados.
Esta crisis de resultados está conduciendo a los egarenses a una posición comprometida, dado que se han situado a tres puntos de las posiciones de descenso, mientras que la zona de promoción de ascenso queda ya a seis de distancia. El Terrassa únicamente ha sumado tres puntos de los quince últimos que ha disputado, lo que le obliga a una reacción inmediata si no quiere ver seriamente mermadas sus posibilidades de futuro.
La plantilla egarense empezará a preparar hoy el partido del domingo contra el Gavà, segundo clasificado del grupo. Pirri podrá recuperar, en principio, a Javi González y a Adri Gimeno en un compromiso de mucha exigencia por la posición del equipo en la tabla clasificatoria.
El último partido
El entrenador del Terrassa salió decepcionado del campo del Figueres, donde sus jugadores no se adaptaron en ningún momento a las dificultades del terreno de juego. “Está claro que no somos un equipo para jugar así”, explicó. “No tenemos jugadores de contacto, de segundas jugadas.” El técnico tuvo que variar la alineación y el estilo de juego obligado por las circunstancias. “Jugar de una determinada manera no te garantiza que vayas a ganar. Esta vez he tenido que apostar por una forma distinta a la habitual y tampoco hemos ganado. Si me dan a elegir, prefiero la nuestra.”
Pirri sabe que las acciones a balón parado siguen siendo el punto débil del Terrassa. “Caemos en los mismos errores. Y ahí más que entrenar influye la actitud de cada uno.”
El defensa Eric Martínez se expresó en modo parecido. “Hay que mejorar, dar mucho más en este tipo de partidos”, señaló. “Esta derrota hace daño después del buen partido del domingo. Hay que aprender de los errores y centrarnos en el partido contra el Gavà.” Eric considera que la fragilidad defensiva hay que resolverla aportando cada jugador algo más. “No ganábamos ninguna pelota dividida, ni tampoco las segundas jugadas. Nos han hecho otro gol a pelota parada y en esas acciones nos lo rematan todo. Eso no se entrena, cada uno debe asumir su responsabilidad, pensar que no te van a ganar la jugada”.
LA CIFRA
23 goles. Son los que ha encajado el Terrassa en once partidos de Liga. De ellos, 17 han sido lejos del Camp Olímpic.