Diari de Terrassa

La tasa de residuos subirá un 5 por ciento y el IBI, un 1,5 por ciento

El próximo año aumentará la presión fiscal en la ciudad, donde el equipo de gobierno debe hacer frente al diseño de un presupuesto que arranca con un déficit de 3,6 millones de euros. El aumento de los costes de personal, la liquidación de la paga extra de 2012 y la contratación de nuevos policías, sumado al incremento incesante del gasto social, suponen un impacto negativo para las cuentas municipales que en parte se atenuará vía impositiva.

Los grandes impuestos aumentarán durante el ejercicio 2016 un 1,5 por ciento. Lo harán el IAE, el impuesto de construcciones y el IBI, aunque este último con una excepción. Los mayores valores catastrales (comercios o industrias, los residenciales quedan excluidos), aumentarán un 5%.

El resto de impuestos se congelan. Es el caso de la plusvalía y el impuesto de vehículos, que está en su máximo legal en la mayoría de las tarifas que se aplican.

Por lo que respecta a las tasas y los precios públicos, el incremento medio de la mayoría de ellas se sitúa entre el 1 y el 1,5 por ciento. El próximo año no habrá congelaciones. Subirán la grúa, los vados, la tasa de servicios urbanísticos, la de ocupación de la vía pública y la de utilización de las instalaciones deportivas, entre otras.

La excepción la marca la tasa más popular, la de residuos, el tributo que más se encarecerá el próximo año. En el proyecto de ordenanzas del equipo de gobierno el recibo de la basura subirá un 5 por ciento “para poder hacer frente al aumento del canon del vertedero previsto para el próximo ejercicio”, explica el teniente de alcalde de Servicios Generales i Gobierno Abierto, Alfredo Vega.

10 euros por familia y año
“Pedimos un esfuerzo a la ciudadanía para poder mantener la solidaridad. El presupuesto municipal ha consolidado unos incrementos derivados de la emergencia social que no podemos reducir”, explica Vega. El concejal defiende que, pese al incremento, Terrassa mantiene “una presión fiscal moderada” que la sitúa en la banda baja de las quince ciudades más pobladas de Catalunya.

El área municipal de Hacienda calcula que el incremento impositivo del próximo ejercicio supondrá un aumento del gasto medio de 10 euros anuales por familia, en base al cálculo de los tributos más extendidos (IBI, tasa de vehículos y tasa de residuos).

El Ayuntamiento calcula que la subida de impuestos y tasas comportará un aumento de 1.650.000 euros en los ingresos. Eso supone un 30 por ciento del total de dinero extra previsto para hacer frente al déficit de 3,6 millones del que parte el presupuesto municipal.

El ejecutivo estudia la posibilidad de adelantar a este ejercicio 2015 la liquidación de una parte de la extra de los trabajadores municipales pendiente y llevar a cabo un nuevo proceso de depuración de padrones del IAE. Estas y otras medidas le reportarían un segundo paquete de ingresos/ahorro extras que pretende alcanzar los 1,9 millones extras. “Nuestro objetivo es no sólo cubrir el negativo del presupuesto -explica Vega-, sino poder llegar a disponer de una cantidad mayor que nos permita hacer frente a las muchas necesidades”.

El teniente de alcalde explica que su equipo va “a mantener una presión fiscal moderada, priorizar la solidaridad en el gasto social y consolidar el gasto de 2015, manteniendo las bonificaciones porque permiten que una parte de la población tenga acceso a unos servicios que de otra manera sería imposible”.

En paralelo, el ejecutivo sociovergente se plantea caminar el próximo ejercicio hacia una fiscalidad más progresiva, en la que quien tiene más recursos aporta más, y continuar con las regularizaciones de los padrones, para que todo el mundo cumpla con sus obligaciones fiscales.

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