La selección holandesa de korfbal ha ganado ocho de los nueve mundiales disputados hasta la fecha. Una consideración que se dice muy pronto pero que puede servir para hacerse una idea sobre la entidad del rival al que Catalunya se midió el sábado en Terrassa. En el pabellón de Sant Llorenç se disputó un partido amistoso, sí, aunque el carácter siempre competitivo de los holandeses demostró no conceder espacio a la relajación.
La gran dominadora hegemónica a nivel mundial se impuso sin paliativos: 16 a 40. Aunque el resultado, probablemente fue lo de menos. Ambas selecciones midieron sus fuerzas antes de afrontar el Campeonato del Mundo que tendrá lugar en Bélgica del 30 de octubre al 8 de noviembre. En una serie de dos partidos, el segundo se disputó el domingo en Castellbisbal y el resultado fue en esta ocasión algo más ajustado: 14-26. Un fin de semana que despertó la admiración de todo el público aficionado a este deporte minoritatio. Y es que el espectáculo de la ‘NBA’ holandesa estaba asegurado.
Ya desde la acción inicial del primer partido, el conjunto neerlandés demostró su supremacía imprimiendo una gran velocidad en el juego. Catalunya salió, quizás, algo sobreexcitada por los nervios propios de una cita de tal nivel. Encajó los dos primeros puntos sin apenas haber entrado en el partido y, pese a minimizar su desventaja en dos ocasiones, el marcador siempre fue favorable a los holandeses.
El rebote, determinante
Muy pronto se pudo apreciar la diferencia en la estatura de los dos equipos. El conjunto de los Países Bajos dominó el rebote de principio a fin, una faceta del juego determinante y que redujo muy seriamente las opciones del combinado catalán. Prácticamente en cada intento ofensivo, el cuadro holandés disponía de segundas y terceras oportunidades en el tiro, mientras que los jugadores y las jugadoras locales apenas disponían de una opción ante la oposición de sus marcadores.
Se llegó a la mitad del primer tiempo con un marcador de 3-11 y la ventaja favorable a la campeona mundial nunca dejó de aumentar. Los últimos doce minutos de la primera mitad fue la mejor fase de los catalanes a lo largo de todo el encuentro. El equipo que dirige el terrassense Rosendo García acumló en ese intérvalo un parcial de 7-12, llegando al descanso con 10-23.
Segunda parte sin color
En la reanudación, el cuadro catalán acusó la falta de acierto en el tiro y durante los primeros compases de esa segunda mitad, Holanda impuso su ley. Los neerlandeses se marcharon con tres canastas seguidas y, con un gran dominio bajo la cesta, dejaron a Catalunya sin anotar en la mayoría de sus ataques. La evolución del marcador llevó al equipo centro-europeo a disponer de una máxima ventaja de 26 puntos, con el 13-39 a falta de dos minutos.
En el tramo final, un parcial de 3-1 permitió a la selección catalana maquillar el marcador en un partido que acabó 16-40. Una diferencia abismal entre dos selecciones que partirán con objetivos muy dispares en el próximo Mundial. Los catalanes contarán en sus filas con un total de cinco integrantes egarenses, a parte del seleccionador. Se trata de José Álvarez, José Luis Jurado, Xavi Vidal, Laia Rosa y Miriam González.
CATALUNYA, 16
HOLANDA, 40
CATALUNYA. Berta Alomà, José Álvarez, Jèssica Lechuga, Xavi Vidal, Olga Gandia, Sergi Pau Gabriel, Irene Figueroa y José Luis Jurado; equipo inicial, Mireia Figuera, Javier Navarro, Laia Rosa, Albert Camprubí, Aida Rovira, Guillem Devant y Miriam González.
HOLANDA. Mick Snel, Marjolijn Kroon, Friso Boode, Mirjam Maltha, Erwin Zwart, Barbara Brouwer, Richard Kunst y Jet Hendriks. En el baquillo, aunque no participaron: Lara Boonstoppel, Tim Bakker, Nadhie den Dunnen, Laurens Leeuwenhoek, Celeste Split, Nick Pikaar, Suzanne Struik y Danny den Dunnen.
Árbitros. Dirigieron el partido Dani Ezpeleta e Isaac Martínez.