Comienza por moverte. Levántate del sofá y del ordenador. Sube y baja escaleras. Ves a pie al trabajo y realiza actividades domésticas.
Reduce la ingesta de calorías a la vez que quemas grasas con el ejercicio.
Deja sobre todo que la actividad sea natural, sin gran esfuerzo. No se tratar de convertirse en un deportista de elite, así que mejor pausado y a buen ritmo.
Cuando empieces a sentirte mejor contigo mismo, ya podrás realizar alguna actividad más exigente: caminar más deprisa, ir al gimnasio, practicar bailes de salón o jugar al pádel.
MÁS MUJERES QUE HOMBRES
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Muévete.
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Menos calorías.
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Ejercicio sin forzar.
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Pasárselo bien.