La siniestralidad laboral continúa con la senda alcista que retomó el año pasado, tras seis años a la baja que coincidieron con el periodo más intenso de la recesión económica. Según los últimos datos que ha facilitado el departamento de Empresa i Ocupació, entre enero y mayo de 2015, en el Vallès Occidental se registraron 3.823 accidentes con baja, lo que significa 221 más que en el mismo periodo del año anterior y un alza relativa del seis por ciento. Sin embargo, y a diferencia del balance de conjunto 2014, en que la siniestralidad creció en todos los sectores, en los primeros cinco meses de este año agricultura e industria ha roto con esa evolución negativa.
En el caso de la industria el descenso es discreto (doce accidentes menos), con una caída del 1%. Por su parte, la agricultura presenta siete percances menos, aunque su descenso relativo se dispara hasta el -58% debido a su escaso volumen de accidentabilidad global (cinco accidentes este año, todos leves). En cualquier caso, ambos sectores han variado la tendencia negativa con la que finalizaron el pasado ejercicio.
No ha ocurrido lo mismo con la construcción, que finalizo el período enero-mayo de 2015 con 41 accidentes más y un alza relativa del trece por ciento, y los servicios, que contabilizaron 189 percances más (el incremento interanual, en este caso, es del nueve por ciento).
Hasta mayo se registraron en la comarca cinco fallecimientos en el trabajo, uno más que en el mismo plazo del año anterior. Estas muertes se produjeron en los servicios (dos), la industria (dos) y la construcción (una). De carácter grave, se contabilizaron veinte accidentes, frente a los diecinueve de enero-mayo de 2014.
Los accidentes laborales volvieron a la senda alcista en 2014, después de caer a mínimos históricos en 2013 tras encadenar seis años de reducción. Esta tendencia a la baja se inició en 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis económica y persistió hasta el primer trimestre de 2014, cuando se registró un primer incremento de un 6% en la siniestralidad. Una tónica que se mantuvo e incrementó a lo largo del pasado ejercicio, y se confirma en lo que va de 2015. Para CCOO y UGT, los datos demuestran que “lejos de reducirse, los accidentes laborales se mantienen especialmente los que se generan en el puesto de trabajo”, por lo que exigen “un mayor compromiso de los empresarios para preservar la vida de los trabajadores”. La siniestralidad laboral “sigue siendo muy alta” y más cuando la actividad económica y el empleo “no acaban de despegar”.
Un esfuerzo colectivo
Ambos sindicatos coinciden en la necesidad de hacer “un llamamiento a las corporaciones locales y a la autoridades autonómicas para que se redoblen los esfuerzos” contra la siniestralidad laboral. Para UGT, las administraciones públicas tienen “un papel esencial” para exigir el cumplimiento de las normas de prevención, a la hora de “reclamar responsabilidad a las empresas con las que contratan”, así como a la hora de “exigir la depuración de responsabilidades”, según señala en una nota.
CCOO pide “un esfuerzo colectivo” en la aplicación del IV Plan Director en Prevención de Riesgos Laborales, y considera “obligado que se depuren todas responsabilidades en los incumplimientos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales”.
A juicio de CCOO, en el caso de los accidentes más graves y mortales, “debe actuar la Fiscalía en Siniestralidad y la Inspección de Trabajo. La actuación de la justicia debe ser ejemplarizante para preservar la vida de los trabajadores”, así como los daños a la salud causados, resarciendo a las víctimas. Fuentes patronales dijeron que los datos de accidentalidad laboral “han subido un poco debido a que la economía vuelve a tirar más que hace tres años”.
No bajar la guardia
En todo caso, pidieron “no bajar la guardia y poner sobre la mesa la cultura de la prevención como cultura de futuro”, así como una normativa “clara, concisa, fácil de entender, no para todos igual y teniendo en cuenta las nuevas posibilidades tecnológicas y los ahorros potenciales”.
En este sentido, las citadas fuentes apostaron por “invertir y gastar con conocimiento de causa” ya que “ciertos despilfarros no son necesarios en este ámbito”, y reclamó a las organizaciones sindicales un mayor esfuerzo para compartir información con los representantes empresariales.