Se dice que todo lo malo tiene una parte buena, y este es uno de esos casos. Si bien la crisis afecta de manera negativa a muchas de las esferas de la vida cotidiana, también es cierto que ha mejorado en cuanto a residuos se refiere. Desde que empezó, hacia el año 2007, la producción de basura ha ido siguiendo una tendencia a la baja.
En 2014 la ciudad de Terrassa generó un total de 72.822.27 toneladas de residuos municipales, lo que supone un descenso del 1,2%, respecto el 2013. Esto sitúa la creación de residuos per capita en 0,93 kilos por habitante y día, una cifra inferior a la media catalana, que está en 1,33 kg/hab/día (un valor muy similar a la media europea de 2013).
No obstante, cabe recalcar que en comparación con 2013, la cifra de recogida selectiva ha disminuido, pasando de las 24.007,80 toneladas a las 23.691,11 del 2014. En cambio, en Catalunya los residuos domésticos mostraron un leve incremento interanual, de un 2,8% de la cantidad recogida de manera selectiva, que ya representa el 38,3% del total.
Suben algunas fracciones
Algunos de los niveles de residuos actuales han aumentado respecto al 2007, como puede ser la materia orgánica o los envases ligeros, terminando así con una tendencia sostenida de descenso que había durado más de siete años. Desde el inicio de la recesión económica, la bolsa de basura se ha ido achicando, en gran parte consecuencia de las penurias por las que pasan muchas economías familiares y también porque los ciudadanos no despilfarraban e intentaban aprovechar al máximo los productos. Algo que poco a poco parece que vuelve a revertir.
Por fracciones, destaca especialmente el aumento de la recogida de materia orgánica respecto al 2007, mientras que la fracción de papel y cartón baja a más de la mitad en el mismo periodo de tiempo, situándose en poco más de 4 mil toneladas. En cuanto al cristal, su recogida se mantiene bastante similar a la del 2013 aunque un poco superior a la del inicio de la crisis. También es remarcable el aumento de reciclaje de aproximadamente 500 toneladas de envases ligeros. Y finalmente, el global de la fracción resto sufre un ligero repunte, aunque no muy notable.
Pero este incremento no se traduce en la separación proporcional de los residuos, pues las cifras de la recogida selectiva han disminuido del 32.92% al 32,53% en un año. Una cifra que además empeora si se compara al global del Vallès Occidental, del 33,71%, y que se distancia aún más del resto de la media de Catalunya, que se sitúa un poco por encima del 38%.
En los domicilios, el reciclaje de poda y jardinería ha aumentado en lo que se refiere al 2013. También se ha notado un mayor aprovechamiento de aceites vegetales, así como del textil, que ha aumentado su recogida en mas de 153 toneladas. Por otro lado ha disminuido la recogida de materia orgánica, la de escombros y la de chatarra.
Finalmente, en cuanto a la suma de la fracción resto, en 2014 ha sido de 49.131,16 toneladas, mientras que en 2013 la cifra fue menor, situándose en 48.923,28 toneladas. No obstante representa una mejora respecto al 2007. La cifra de hace casi ocho años fue de 59.556,42 toneladas, lo que significa más de 10.000 toneladas por encima.
“Deixalleries” municipales
El cambio de tendencia en la generación de residuos se ha notado en las instalaciones del Centre de Tractament de Residus del Vallès Occidental, situado al lado del depósito de Coll Cardús, donde se trata la fracción resto. El 2014 ha sido el primer ejercicio -desde que se estrenó el equipamiento- que ha aumentado la entrada de residuos no separados, fruto del incremento en la producción de basura en todos los municipios vallesanos. En concreto, la planta trató 2.700 toneladas procedentes de los contenedores verdes de la comarca el año pasado.
Terrassa tiene dos “deixalleries” municipales, la de Can Casanoves (en la carretera de Rubí) y la de Terrassa Neta (en la Nacional-150). Además también cuenta con una deixallería móvil que tiene los puntos de parada señalizados (72 en todo el municipio). En éstas, los ciudadanos pueden llevar los residuos especiales en pequeñas cantidades, los residuos voluminosos, los vegetales, los escombros y otras fracciones que se pueden aprovechar. No obstante hay que tener en cuenta que la móvil acepta menos tipos de residuos que las otras dos.
También hay que saber que el Ayuntamiento cuenta con un servicio gratuito de recogida de muebles y trastos viejos, que se pueden depositar en el lugar indicado de la vía pública (una vez acordado día, hora y ubicación).
El departamento de medio ambiente del Consistorio ha hecho un estudio según el cual en Terrassa se recoge de forma selectiva un 9,32% de materia orgánica, un 6,32% de papel y cartón, un 5,55% de envases ligeros, un 6,57 de desechos, un 4,42% de vidrio y un 67,82% de resto. En cambio, el ente afirma que, según las condiciones actuales, las cifras deberían ser: un 40% de materia orgánica, un 15,40% de papel y cartón, un 12,80% de envases ligeros, un 13,90% de desechos, un 7,9% de vidrio y un 10% de resto.