El especialista en aguas abiertas Víctor Galve ha completado una de las tres travesías de larga distancia más prestigiosas del mundo: la Manhattan Island Marathon Swim 2015, una prueba de 50 kilómetros que se desarrolla desde 1982 y que consiste en rodear a nado la isla de Manhattan. El nadador del CN Terrassa se ha convertido en el segundo catalán (y el primer barcelonés) en completar esta hazaña. Sólo cinco españoles habían logrado hasta ahora completar a nado la vuelta a la Gran Manzana.
Galve completó una aventura abordada de forma particular por primera vez en el año 1915, hace ahora un siglo. La temperatura del agua era de 22 grados centígrados y la organización de la prueba sólo permitía utilizar un bañador tipo slip, unas gafas y un gorro.
Decimocuarto
Galve, de 41 años de edad, completó los 50 kilómetros de recorrido en una meritoria decimocuarta posición, con un tiempo de 8.04’25”. Fue el segundo mejor español de una prueba que tuvo como vencedor al australiano Matthew Fernandez (7.17’54), seguido por el mejicano Jaime Lomelin (7.25’51”). Completó el podio el español Xabier Elizegi (7.28’58”).
La Manhattan Island Marathon Swim es una de las tres pruebas que conforman la triple corona junto a las travesías del Canal de la Mancha (de Inglaterra a Francia) y del Canal de Santa Catalina (California). Se participa por estricta invitación según el currículum deportivo de cada aspirante.
De Wall Street al WTC
La prueba arrancó en el extremo sur de Manhattan, en Battery Park, junto a la zona financiera de Wall Street. Los participantes iniciaron allí los 50 kilómetros nadando en sentido contrario a las agujas del reloj. Pasaron por los tres ríos que rodean la isla, contemplando los principales atractivos de Manhattan, un hecho que convierte esta travesía en una de las más espectaculares. La primera parte se desarrolla por el East River. Es un tramo de corriente favorable que permite el avance del nadador, que admira el puente de Brooklyn y el Empire State. Llega después el Harlem River, zona de mayores corrientes. Galve lo notó y llegó muy cansado al tercer tramo, el del río Hudson. Tal era el viento y el oleaje que los organizadores se plantearon la suspensión, pero Galve siguió a flote combinando el estilo libre con la espalda hasta hallar la estabilidad en el crol. Tras tres horas de pésimas condiciones pasó por delante del nuevo World Trade Center, deteniendo el crono en 8.04’25”.