Dos semanas después de su investidura como alcalde de Terrassa, Jordi Ballart admite la inminencia de un pacto de gobierno con CiU y reivindica un giro en la estrategia de alianzas del PSC, al que invita a recuperar el espíritu de la Transición y a apostar por una mayor transversalidad política. En el pleno de julio otorgará libertad de voto a su equipo para que Terrassa se adhiera a la AMI.
El primer pleno del mandato ha dibujado un nuevo baile de mayorías. ¿Cual es su estrategia?
Habrá un gobierno en minoría todo el mandato, aunque haya un pacto de gobierno. Por lo tanto la geometría variable será la tónica. Nosotros trabajaremos acuerdos con los distintos grupos en función del tema. Tenemos un perfil de portavoz que potenciará el consenso con todos. Y cuando digo todos quiero decir todos.
En el peno del pasado 25 de junio CiU escenificó la inminencia d el pacto votando junto al PSC. ¿Esperarán al 27 S para oficializar la sociovergencia?
No tiene porqué. Puede ser antes. De hecho lo deseable sería irnos de vacaciones con un pacto cerrado y estoy convencido de que será así. Estamos acordando el paquete de las prioridades y en breve cerraremos las áreas de gobierno.
¿Cómo lo encajará la militancia socialista?
Las socialistas y las de CiU. La federación ya no es alternativa de gobierno, ha pasado de 9 a 3 concejales y ha dejado de ser nuestro rival en el pleno. Tendremos que hacer pedadogía, pero esa es la realidad. Además, la militancia del PSC sabe que nuestros socios naturales, ICV, se han radicalizado en sus confluencias y nos hemos quedado sin ese apoyo.
¿Se siente cómodo pactando con una formación ahora ya abiertamente independentista?
CiU es más moderada que ERC, tiene bagaje de gobierno y componentes que pesan más que el independentismo. Además, el PSC debe variar su política de alianzas, recuperar el espíritu del 78 y volver a ser un partido en el que quepa todo el mundo. Eso ya ocurre en mi equipo de gobierno, donde hay de todo, ninguna radicalidad y nadie que vaya en contra de nadie.
¿Votará el PSC la adhesión de Terrassa a la Associació de Municipis Independentistes (AMI) como exige CiU para incorporarse al ejecutivo?
Daré libertad de voto a mi equipo en la moción que seguramente votaremos a final de mes, para que el pleno refleje la realidad del país. No es nada nuevo. Miquel Iceta ya dijo en campaña que en temas que no sean de ámbito local y especialmente en asuntos soberanistas planteaba esa posibilidad.
¿Y con el PSC, la moción saldrá adelante?
Lo hemos hablado y creo que sí. Finalmente Terrassa se incorporará a la AMI gracias al PSC.
¿Y que votará el alcalde?
No votará en contra. Jordi Ballart es el alcalde de todos, desde los españolistas rancios hasta los separatistas más radicales. De todos, por eso debo votar desde la responsabilidad institucional. Otra cosa es lo que yo haría personalmente.
¿Y qué haría?
Me abstendré.
En el diseño del equipo de gobierno se intuyen carteras que esperan la entrada de CiU. Por ejemplo, Desarrollo Económico, Industrial y Ocupación.
Por supuesto es una de las áreas que podemos poner sobre la mesa, pero no es un tema que esté cerrado. Los tres concejales de CiU se incorporarán al gobierno y tenemos que ver en qué responsabilidades.
¿Cuál es su relación con el portavoz de CiU Miquel Sàmper?
Hay muy buena sintonía personal.
En el pleno Ciutadans contribuyó con sus votos a que prosperaran varias mociones. ¿Habrá también acuerdo con el partido naranja para sumar mayoría absoluta?
Ellos tienen su estrategia de oposición y buscan titulares en prensa y notoriedad. No quiero sacar conclusiones del primer pleno, pero en el futuro pueden haber situaciones radicalmente opuestas. Estoy convencido de que después del 27 S las estrategias de los partidos variarán y seguro que podremos cerrar acuerdos con otras fuerzas.
¿Cómo entenderá su electorado que Terrassa haya girado a la izquierda y el PSC pacte a su derecha?
En Terrassa no hay pacto de izquierdas porque TeC y ERC no han querido. Buscaba un gobierno estable y de izquierdas, pero la estabilidad la ha dado CiU.
Arranca el mandato con su compromiso de convocar una consulta popular sobre el modelo de gestión del agua. ¿Tiene fecha?
El estudio sobre las propiedades de la concesión está listo y ahora entramos en la elaboración de un documento con los pros y contras de la municipalización, que encargaremos a una persona ajena, experta y neutral. Es un tema complejísimo.
¿Hay alguna novedad?
Ahora nos dicen que la captación del agua es competencia de la Generalitat, pero en su momento se hizo una excepción con Mina, de manera que cabe la posibilidad de que si acordamos la gestión directa nos veamos obligados a devolver la captación a la Generalitat y pasar a comprar el agua a la ATLL, con el incremento de costes que eso conlleva.
¿Ese dato modifica su compromiso de consultar a la ciudadanía?
Para nada. Mi idea es que el experto que contratemos coordine todo el proceso de información y debate previo a la consulta, que espero convocar en el mes de noviembre, aunque podría retrasarse un poco. El calendario apremia porque el 31 de diciembre de 2016 el proceso de la concesión debe estar listo y las decisiones deben haberse tomado unos meses antes.
También anunció que podría municipalizar la gestión del transporte público. ¿Lo ha decidido ya?
Acabo de aterrizar y este es un tema que ya trabajan los técnicos. Estamos evaluando todas las posibilidades porque la decisión no es fácil. Si hay acuerdo con CiU, me gustaría aprobar la resolución en el pleno de julio. Es una patata caliente que quiero resolver cuanto antes.
En el pleno de investidura anunció su intención de financiar con dinero municipal el cubrimiento de la Riera del Palau. ¿Qué tramo y con qué recursos?
Vamos a explorar todas las instancias buscando recursos que nos ayuden a pagar una obra que no podemos afrontar en solitario y, si lo conseguimos, lo haremos este mandato. Hemos calculado que con un poco mas de lo que costará reparar los muros de contención d e la Ronda de Ponent podríamos cubrir un tramo de Can Boada.
¿Se abordará todo de una sola tacada?
De momento arreglaremos los muros y giraremos factura al ACA, aunque no creo que pague. Estamos hablando de una inversión que no podríamos afrontar ni con el presupuesto de este año más los remanentes de otras obras. Supone un esfuerzo ingente para Terrassa, de manera que agotaremos la negociación con la Generalitat para compartir el gasto.