Pasteleros y panaderos miran con escepticismo la diada de Sant Joan. Y es que el año pasado a la crisis se le sumó un largo puente de tres días que hizo caer las ventas. El Gremi de Pastisseria de Barcelona calcula que este año se venderán cerca de 900 mil unidades en la provincia y 1,6 millones en el resto de Catalunya. Eso sí, de tamaños pequeños (250 gramos). "Cada año las cocas son más pequeñas. Vamos bajando", asegura el pastelero Josep Maria Carné.
Lo que sigue inamovible son los gustos. Las cocas preferidas vuelven a ser la de piñones, de brioix y de fruta confitada, seguida por la de hojaldre y las rellenas.
En cuanto al gasto, el gremio estima que una familia de cuatro personas destinará entre 16 y 35 euros a comprar cocas.Carné se muestra un poco más optimista que la temporada anterior ya que afirma que "en la televisión dicen que vamos mejor. A ver si lo notamos".