Diari de Terrassa

El yihadista que vivía en Terrassa murió combatiendo por el Estado Islámico

Los brotes yihadistas en Terrassa ya se han cobrado su primera víctima. Se trata de un hombre de 33 años nacido en Marruecos, que desde Terrassa viajó a Siria en abril de 2014 dejando aquí a su familia. Según informó ayer El Periódico de Catalunya, su esposa recibió hace tres semanas una llamada anónima que le informaba que su marido había fallecido mientras combatía con el Estado Islámico (ISIS) durante unas explosiones en Faluya (Irak). Según la información de esta publicación, en la llamada telefónica el anónimo comunicante informó a su mujer de la muerte del presunto yihadista y no aportó más datos. Desde entonces, no han vuelto a saber nada más de su familiar.

Diari de Terrassa intentó ayer hablar con la familia, que regenta un establecimiento comercial en Ca n’Anglada, pero se negaron a aportar más información sobre lo sucedido. Sin embargo, según ha podido saber este diario, la familia y los vecinos dan credibilidad a esa llamada, considerando así que el egarense de 33 años ha fallecido en Irak.

Las dudas sobre la veracidad de la llamada no son infundadas, pues no era la primera vez que la mujer del presunto yihadista recibía una llamada de este tipo. Según conocidos de la familia, hace meses la esposa recibió otra llamada anónima informando del fallecimiento de su marido. Sin embargo, pasados unos días el presunto yihadista llamó personalmente a su mujer para informarle que continuaba con vida.

Según la información de El Periódico, que confirman algunos vecinos de Ca n’Anglada, el hombre de 33 años viajó en avión a Dusseldorf (Alemania) el 16 de abril de 2014. Sin embargo, el egarense no se quedó allí y continuó su viaje hasta llegar a Turquía. El 23 de abril alcanzó su destino: la región de Latakia, en Siria, cercana a la frontera con Turquía. Una vez allí, el presunto yihadista se habría unido a Ansar Al Sham, un grupo cercano al Estado Islámico en el que se están integrando los yihadistas de origen marroquí. Al cabo de unas semanas, el hombre de 33 años llamó por primera vez a su esposa y le dijo dónde estaba y lo que estaba haciendo, lo cual la dejó “conmocionada”. En todos estos meses, el presunto yihadista no dejó jamás de llamar a casa aunque de forma cada vez más esporádica y nunca dando demasiados detalles de lo que estaba haciendo en Siria. También se comunicaba con su mujer con mensajes a través de las redes sociales. De hecho, a través de estos canales, supo que había vuelto a ser padre de una niña.

En sus comunicaciones, el hombre de 33 años le explicaba a su mujer que en Siria se vivía “mejor que en España”. Es más, según El Periódico, llegó a pedir a su esposa que se fuera con él a Siria, con el niño y el bebé. También le recomendó que la hermana de su mujer fuera a Siria con ella porque allí “le encontrarían un buen marido”.

Sin embargo, días antes de recibir la llamada anónima, la comunicación con su marido se cortó de repente. Según el informante, el hombre de 33 años habría fallecido en combate mientras luchaba en Irak en las filas del cada vez más poderoso Estado Islámico.

Según el artículo de El Periódico, la mujer explica que su marido “era un hombre normal” que trabajaba todo el día en el negocio que regente su padre en Ca n’Anglada. Afirma, además, que teme que en el colegio de su pequeño, en su escalera, en el barrio, la gente sepa que su marido fue a Siria para formar parte del Estado Islámico, la organización terrorista más importante del mundo. La mujer sufre por el rechazo que ya ha comenzado a sufrir en el seno de su propia familia. “Si ha muerto, pues ha muerto. Solo quiero seguir adelante con mis dos hijos. Ellos no tienen culpa de nada”, explica la mujer a El Periódico.

El ambiente ayer en Ca n’Anglada volvía a ser de prudencia, pues la comunidad musulmana del barrio se ha visto señalada en los últimos meses tras la continuadas detenciones de yihadistas entre sus vecinos. Pese a ello, en todo este tiempo tanto la mezquita de Terrassa como las entidades han condenado con rotundidad el extremismo y han señalado que se trata de “casos puntuales”.

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