El CN Terrassa estaba obligado a ganar para evitar el descenso directo y lo hizo con el partido soñado: imponiendo una defensa infranqueable, dominando en el luminoso desde el principio y sin pasar por ningún tipo de apuro. Los de Vicente Gómez, a ratos brillantes superaron al Pansalud Els Monjos, un adversario que sólo opuso algo de resistencia en el último cuarto, cuando ya no había tiempo ni para una remontada heroica. Ahora, los terrassenses se jugarán la permanencia en el tercer y último encuentro decisivo, que se celebrará en la pista de Els Monjos el sábado que viene, a las cuatro de la tarde.
La salida a pista del CN Terrassa fue fulgurante. Con una defensa intensa, agresiva e incluso asfixiante, cauterizó con solvencia las posibles heridas atacantes del conjunto visitante. Además, en ataque mostró buenos síntomas desde el inicio, lo que le posibilitó ir adquiriendo una ventaja cuantiosa que, lejos de perder, iría aumentando con el paso de los minutos.
El conjunto de Gómez, especialmente estuvo muy exquisitpo en el dominio bajo los aros, tanto en defensa como en ataque, y en la elaboración más precisa de sus acciones. Los visitantes no podían frenar el juego de los locales, que se situaron con un 18 a 2 que evidenciaba la diferencia de intensidad. Al final de este primer cuarto, y con un CN Terrassa que continuaba sin bajar la guardia, se llegó con un cuantioso 21 a 5.
En el segundo cuarto, el panorama no varió ni un centímetro, pese a una tímida reacción de Els Monjos, con un parcial de 0 a 5 que, de inmediato, los de Gómez se encargaron de restañar sin miramientos. Un triple de Izquierdo, sumado a siete puntos consecutivos de un inmenso Sanahuja, formaron un parcial de 10 a 0, que elevó el marcador a un 38 a 11 para un CN Terrassa que no parecía tener techo. Al descanso, los egarenses mandaban con cuntudencia por 43 a 14.
La misma competitividad
Tras el parón obligatorio, el partido decreció en cuanto a puntuación se refiere, pero no en intensidad. El CN Terrassa, con todo de cara, continuó aportando la misma competitividad ante un contrincante que no sabía ofrecer sus recursos. Pero el efecto se notó más en defensa que en ataque, en un período de anotación bajo, que, sin embargo, le sirvió a los locales para ir aumentando su renta hasta los 38 puntos de diferencia, 57-19, resultado que se reflejaba en el marcador a la finalización del tercer cuarto.
En el último período, el Pansalud Els Monjos ofreció su mejor versión aunque no le sirvió para mucho ya que, los de Gómez, ganaron este parcial y acabaron con un marcador de 73 a 33. Cuarenta puntos de distancia que, muy posiblemente, no plasmaban las diferencias entre unos y otros, pero que, indudablemente sirven como aviso. Para los egarenses, esta holgada victoria ha de servir como estímulo para saber que pueden superar este trance en un tercer partido a cara o cruz.
La ficha
CN Terrassa, 75
Pol Hagenaers (11), Monterrubio (4), Martín (8), Delgado (10) y Quesada (8), cinco inicial, Fitó, Izquierdo (9), Sociats, Jan Hagenaers (4), Santiago (7), Rodó (5) y Sanahuja (9).
Pansalud Els Monjos BC, 33
Català, Manel Ruiz (4), Rafael Ruiz (3), Martí (4) y Ginebra (2), cinco inicial, Sergi Serramià (2), Ràfols (5), Bargalló (2), Gerard Serramià, Larrégola, Chavalès (11) y Lloret.
Árbitros. Dirigieron el encuentro los colegiados Pol Marcet Calders y Raquel Guil García.
Parciales. 21-4, 43-14 (descanso), 57-19 y 75-33 (final).