Esports

Nuevo campo, nuevas ilusiones

Hace más de 30 años, concretamente en 1988, nació el Matadepera 88, una escuela de hockey por la que han pasado jugadores que después han sido internacionales con España, como es el caso de Albert Sala o Júlia Pons. El club, que nació como una suerte de escuela municipal de hockey, estuvo al borde de la desaparición a principios de los años 1990, pero logró sobrevivir rodeado de clubs de mucha mayor envergadura a su alrededor.

Tras tantos años de penurias, en los últimos días la entidad matadeperense ha ofrecido a sus socios y jugadores dos muy buenas noticias. La primera es que su primer equipo, de reciente creación, se ha proclamado campeón de la Liga de Segunda División y jugará a partir de la próxima temporada en Primera, la tercera categoría en importancia del hockey español.

La segunda buena noticia es que el pasado 27 de abril inauguró su nueva casa. En realidad, su primera casa, ya que hasta ahora vivía de prestado en Les Pedritxes o en el Club Egara. Con la finalización de las obras del campo del Mas Sot, situado junto al campo de fútbol, Matadepera ha visto cumplido su sueño de disponer de un campo municipal de hockey, uno de los grandes equipamientos que le faltaban. Y será el Matadepera 88 quien lo utilizará.

Una temporada redonda
Aunque la razón de ser del Matadepera 88 no es otra que la de formar jugadores, hace algunas temporadas un grupo de exjugadores del club decidieron formar un equipo sénior, que el pasado 27 de abril confirmó su ascenso a Primera División. Lo consiguieron precisamente el día del estreno del nuevo campo municipal de Matadepera. En esa penúltima jornada golearon por 7 a 1 al Línia 22, que ha finalizado en tercera posición. Ya ascendidos y relajados, en la última jornada sumaron su única derrota perdiendo por 4 a 1 en el campo del RC Polo. Tras cuajar una espléndida segunda fase de la Liga, el equipo del que forman parte el exolímpico Albert Sala, Xavi Riba y los hermanos Joan y Aleix Marimon ha finalizado primero con 37 puntos, cuatro más de los que ha cosechado el RC Polo, segundo clasificado.

Ese sábado 27 de abril que pasará a los anales de la historia del club, el primer equipo femenino de la entidad, que milita en la Segunda División femenina, se estrenó ganando al FC Barcelona. Y al día siguiente, los juveniles perdieron por "shoot-outs" ante el Polo.

Goza actualmente el Matadepera 88 de un excelente estado de salud, tanto a nivel económico como deportivo. Tiene casi medio millar de socios y cuenta con 19 equipos federados, formados por casi 300 jugadores, una cifra que debería incrementarse en los próximos años gracias a las nuevas instalaciones. "Hasta ahora no teníamos campo y debíamos alquilarlo. A partir de ahora ya tenemos nuestra casa y eso es algo tremendamente positivo para el crecimiento del club. No tenemos ningún tipo de presión por crecer, pero queremos trabajar lo mejor posible con la base", explica Ton Pons, séptimo presidente de la entidad, que lleva 8 años al frente de un club para el que quiere "renovación y gente con ideas nuevas".

Subir no era una prioridad
Pons explica que el ascenso no era una prioridad. "Lo hemos conseguido porque se han juntado un grupo de jugadores muy buenos que lo han hecho posible. A nivel deportivo, siempre hemos tenido muy claro que el primer equipo debe estar formado por gente de la casa. Hasta ahora no podíamos dar salida a nuestros juveniles. Teníamos un convenio con el CD Terrassa y aquellos que destacaban más o menos se iban a Les Pedritxes o a otros clubs, pero a partir de ahora queremos que tengan un primer equipo en el que puedan quedarse a jugar. Se trata de hacer las cosas bien y continuar creciendo, pero siempre desde abajo, sin prisas ni agobios", apunta Ton Pons.

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