Hubo un tiempo en que el Terrassa era candidato al título de Liga. En que pensar en acabar cuarto era hacerlo en pequeño, estando como estaba capacitado y clasificado para pensar en grande. Hubo un tiempo en que el Terrassa se acostumbró al elogio, siendo como era una excepción en una categoría donde el músculo prevalece sobre el fútbol. Pero aquel tiempo, tan cercano y tan lejano, está olvidado. Y el Terrassa pasa ahora sus domingos al sol, alejado de la pelea por el título desde hace semanas, incapaz ya de llegar a tiempo a disputar la cuarta plaza, desactivado de la competencia por sus propios errores. Ahora el futuro ocupa el espacio que estaba destinado al presente, escenario que puede conducir a la distracción y a la desconexión.
Ese paseo por el purgatorio futbolístico le condujo el domingo a Castelldefels, territorio donde la temporada pasada conquistó la clasificación para el “play off” y donde esta vez sólo los locales se jugaban tres puntos importantes para su supervivencia. Al Terrassa sólo le iba la dignidad, el amor propio, el derecho a la defensa. Y en ese clima destensionado, sin las obligaciones con que ha cargado desde que empezó la temporada, se sintió mejor que nunca resolviendo con solvencia un partido que en otras circunstancias hubiese sido considerado como uno de los más incómodos que le restaban.
Liberado de todas esas cargas, el Terrassa recargó su fútbol de alta capacidad técnica para hacer circular el balón con fluidez, asentado en una organización defensiva correcta y con soluciones ofensivas a la altura de los mejores. Cristian recuperó la figura del doble pivote, con Àlex Fernández y Adri Díaz, y ubicó a Coro en una media punta en la que se siente más cómodo que en cualquier otra zona del campo. Guti y Savall regresaron tras sus lesiones y Samu Zapico debutó en la portería, estando como está ya la Liga para repartir premios y hacer evaluaciones.
Que al Terrassa esa ausencia de presión le venía bien se observó desde el primer momento. Porque tomó el control del partido desde el saque inicial y en el minuto 2 se puso por delante en el marcador gracias a una magnifica asistencia de Àlex Fernández hacia Serramitja, quien se ganó un espacio en el área con un movimiento de primera categoría y resolvió el mano a mano con Manu Martín de forma ejemplar. Otro argumento a favor para contribuir a la aparición de un Terrassa que estaba casi olvidado.
Al Castelldefels, por el contrario, la ansiedad le apareció de inmediato. Y con el marcador en contra y el miedo a sus consecuencias, su fútbol anduvo atascado sobre todo en fase ofensiva. Los de Miki Carrillo se estrellaron de forma continuada contra la defensa del Terrassa cuando dispusieron del balón, mientras que los egarenses mostraban buenas intenciones pero no finalizaban sus acciones de ataque. Como en el minuto 37, cuando Serramitja robó un balón en la frontal del área pero no supo ponérselo en condiciones a Arranz, que estaba en una posición inmejorable. El Castelldefels tuvo mejores apariciones en el tramo final del primer tiempo, primero en una contra que Pedro Bilbao no supo finalizar ante Zapico y después en su ocasión más clara, también de Pedro Bilbao, que Savall sacó de la línea de gol.
La sentencia
La segunda parte empezó también del mejor modo ya que en el minuto 54 llegó el segundo gol del Terrassa. Carreón encaró a Manu Martín tras un magnífico pase de Dani Sánchez y superó al portero local con un buen disparo. El Castelldefels tuvo que asumir riesgos, pero las malas noticias se le fueron acumulando. Primero con una ocasión desaprovechada por la intervención de Pallàs en la línea de gol; después con un penalti que cometió Samu sobre Alegre y que el colegiado ignoró; y para acabar con la lesión de Alegre en esa jugada que le dejó con diez futbolistas durante veinte minutos tras haber realizado los tres cambios reglamentarios.
A partir de entonces, el Terrassa dispuso de un buen número de ocasiones para ampliar la diferencia. Manu Martín evitó el gol en una acción primero de Carreón y después de Àlex Fernandez. A cuatro minutos del final, Sergi Arranz hizo el 0 a 3 en otra acción a la contra. Y la diferencia pudo haber sido mayor ya que Serramitja envió un balón al poste e Imaz lanzó un remate por encima del larguero en una posición inmejorable.
UE CASTELLDEFELS, 0
TERRASSA FC, 3
UE CASTELLDEFELS. Manu Martín, Rubi, Alan, Alegre, Víctor Miranda, Joel Coch, Jordi Cano, Bermúdez, Aumatell, Ferreira y Fran Piera. Pedro Bilbao suplió a Fran Piera en el minuto 7; Eric González a Alan en el 46; y Ralph a Ferreira en el 63
TERRASSA FC. Zapico, Dani Sánchez, Pallàs, Savall, Guti, Àlex Fernández, Adri Díaz, Carreón, Coro, Serramitja y Arranz. Nils suplió a Guti en el minuto 42; Imaz a Coro en el 55; y Yaya a Savall en el 60.
Árbitro. Joan Masip Vidal. Amonesto a Víctor Miranda, Àlex Fernández, Guti y Savall.
Goles. 0-1, minuto 2, Serramitja; 0-2, minuto 54, Carreón; 0-3, minuto 86, Arranz.