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“Me gustaría ser entrenador de categorías formativas”

Víctor Sada Remisa (Badalona, 8 de marzo de 1984) es uno de los grandes nombres del básquet español de los últimos tiempos. Fue subcampeón olímpico y campeón de Europa con la selección española, ganó una Euroliga con el Barça, además de 5 Ligas y 3 Copas. Jugó en el Barça, Girona y Andorra. Acabó su carrera deportiva en el Barça "B".

Víctor Sada acudió esta semana a la presentación del libro "El baloncesto invisible) de Miguel Panadés en Terrassa. Y repasó algunos de los momentos de su carrera deportiva, finalizada hace unos pocos meses tras jugar en el segundo equipo del FC Barcelona.

¿Cómo le va la vida sin el básquet como actividad preferente?
Muy bien, respirando y haciendo las cosas que no podìa hacer antes: disfrutar de la família, del tiempo libre e intentando prepararme para el futuro porque me gustaría ser entrenador. Ahora mismo hay algo de lío para obtener el título y estoy a la expectativa.

Por tanto entiendo que dentro de poco estará de regreso.
Esa es la intención, pero llevo unos meses esperando este tema. Primero hay que formarse y después regresar pero de un modo más tranquilo. Mi intención inicial es entrenar niños o niñas para disfrutar del básquet.

O sea, que hay vida después del deporte profesional.
Naturalmente. Siempre he vivido el básquet al límite y al máximo durante muchas horas. Y no he podido disfrutar de algunas cosas. Ahora lo veo distinto, hay vida después del básquet y es muy bonita.

¿Fue un enfermo del básquet?
Sí, y lo sigo siendo aunque mucho menos. Antes esa obsesión llegaba al máximo. Lo sabía todo, iba a ver entrenamientos de mis hermanos, me miraba partidos de la ACB y de la NBA, sabía las estadísticas de todo el mundo. Algo agobiante.

El futbolista Xavi Hernández ha explicado muchas veces que su pasión por el fútbol le ha llevado a seguirlo de forma similar a como usted lo explica.Y se extrañaba que otros deportistas ni se mirasen partidos de equipos rivales. ¿Lo entiende?
Quienes lo vivimos así nos sorprendemos que los demás no lo hagan de un modo similar. Pero cada uno es como es. Yo he disfrutado de esta forma, quería impregnarme de todo.

Usted acabó su carrera en el Barça "B". ¿Por qué eligió ese camino?
Salí de Andorra y allí las cosas no fueron demasiado bien. Tuve opciones para ir a jugar al extranjero, pero decidì quedarme aquí y no salió ninguna buena oferta. Y así acabé la temporada en el Barça "B". Ya pensaba en la retirada porque no estaba disfrutando como antes.

En esa etapa priorizó temas personales por encima de intereses profesionales.
Mi mujer sufrió un cáncer de tiroides y en ese momento lo importante no era el básquet. Lo fundamental era su salud y estar a su lado. Pude haber marchado a Alemania y lo rechacé porque quería estar a su lado.

¿Una experiencia así cambia las prioridades personales?
Sí, porque el básquet ha sido muy importante para mí pero aún lo es más la vida, estar al lado de quienes quieres. Mucha gente no sabía lo que me pasaba.

¿Cómo ve al Barça actual?
Ha mejorado muchísimo. Pesic es una de las claves y también que los jugadores hayan recuperado la confianza de que son buenos jugadores y que si están en el Barça es por algún motivo. Pesic ha hecho que todo el mundo, jugadores, directiva y afición, se vuelvan a sentir ganadores. Veníamos de un tiempo muy malo y ahora, con dos Copas ganadas y líderes de la Liga ACB, parece haberse encontrado el camino correcto, el que siempre debería llevar el Barça.

¿Falta subir el último peldaño para estar a la altura de los mejores?
Hay que tener paciencia. Cuando yo estaba en el Barça no lo ganábamos todo, eso es muy complicado. La diferencia con mi etapa es que nosotros conseguimos tener un grupo importante de jugadores nacionales que desarrollaron un papel clave en los éxitos conseguidos.

¿Usted disfrutó de Pesic o lo sufrió?
Yo lo disfruté, para mí es un padre. Mantengo una gran amistad y le debo mucho en mi carrera.

¿El báquet español mantiene su nivel entre los mejores del mundo?
Estamos en un buen momento, aunque se ha bajado un poco. La generación del 80, con Gasol, Navarro, Raúl López, Reyes, provocó un impulso muy grande y otros contribuyeron a esa expansión. Esos jugadores se van retirando y no hay muchos nacionales con ese nivel. No se ha fomentado la figura del jugador de la casa y eso se ha pagado.

¿Esa figura se echa en falta en el Barça?
Sin duda. Históricamente ha sido difícil sacar jugadores de la cantera. Pero es fundamental. Cuando estuvimos Navarro, Trías, Grimau, Vázquez y yo, fue una pasada. Es más fácil ir todos a una, hay un sentimiento distinto .

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