Cristian García vivió el pasado domingo uno de los episodios más tristes de su trayectoria en el banquillo del Terrassa FC. La derrota ante el Martinenc, colista del campeonato, provocó la reacción de una parte de los aficionados, que pidieron su dimisión y le insultaron al final del encuentro y a la salida del estadio. "A nadie le gustan estas situaciones. Pero hay que saber convivir con ellas", explica en clave personal. "Es lógico que te afecten porque cuando también insultan a tu mujer la situación es más desagradable. Pero ante eso lo único que puedes hacer es trabajar. Y al final de la temporada el tiempo dirá si lo he hecho bien o no." Cristian dice que, a pesar de lo ocurrido, no se le pasó por la cabeza la idea de marcharse. "Durante el partido y después, no. Cuando se ve afectada la familia es cuando te asaltan otros pensamientos. Pero tomar esas decisiones en un calentón."
El técnico terrassista es la segunda vez que pasa por una situación similar esta temporada. Y eso podría tener incidencia en sus decisiones de futuro. "Al final de la temporada lo valoraremos todo, ahora no pienso en eso. Es lógico que las cosas que van pasando tienen una incidencia, pero habrá que valorar si se han conseguido los objetivos, qué decide el presidente en relación a su continuidad y muchas otras cosas. Ahora lo único que me preocupa es el presente."