El Terrassa FC no elevará ninguna protesta formal ante el colectivo arbitral, a pesar de las quejas que se dejaron oír desde el vestuario este domingo, después de la derrota por 1 a 0 en el campo del Sant Andreu con un gol anulado a los egarenses en el minuto 90. Esa jugada, decisiva en el desenlace del partido, y el distinto criterio con las tarjetas y las faltas desesperaron a los componentes del conjunto terrassista. Extraño, por ejemplo, fue escuchar al entrenador, Cristian García, referirse a un colectivo, el arbitral, sobre el que raramente opina. "No se aplica la misma vara de medir. Y uno se empieza a cansar", dijo al respecto. "Yo no soy un llorón. Les respeto, pero les pido ese mismo respeto. Porque si no, al final hablaré como hablan ellos y me caerán unos partidos." Cristian denunció la actitud "chulesca" de algunos refiriéndose al equipo arbitral.
Las quejas del Terrassa van más allá de la acción del gol anulado. Y se refieren a decisiones conceptuales y a actitudes que influyeron en el desarrollo del partido. Por ejemplo, a la tarjeta mostrada a Arranz en la primera parte por protestar una clara falta no señalada. Sin embargo, el árbitro no castigó las continuadas faltas que recibió el delantero terrassista. "Se ha ido con tarjeta él porque protesta y los demás no", se quejó Cristian. "No han dejado que tenga continuidad, pero para eso hay un árbitro que lo debe sancionar."
Prudencia institucional
Desde el club no se quiere abrir ningún frente contra el colectivo arbitral, a pesar de que se entiende que algunas decisiones en los últimos tiempos han perjudicado al equipo de forma importante, como sucedió con el penalti con que los egarenses fueron castigados en el campo del L’Hospitalet. "Respeto a los árbitros y sus decisiones. He visto la jugada mil veces y no sé decir si había fuera de juego o si Arranz toca el balón antes o después de entrar", señala el presidente, Jordi Cuesta. "Pero a mí en estas situaciones me gusta ser autocrítico y no estaríamos hablando de este tema si hubiésemos aprovechado las ocasiones de la primera parte." Cuesta añade que el Terrassa FC no va a trasladar ninguna queja al respecto. "No es nuestra manera de proceder. Confío plenamente en la imparcialidad de los árbitros. Sé que hay muchas quejas ahora mismo, pero si no creyese en eso no estaría al frente del Terrassa. Si se equivocan no es de forma intencionada."
Voces críticas
Desde el vestuario, sin embargo, las voces críticas se multiplican después del agitado final de partido en el campo del Sant Andreu. "Parece que no interese que el Terrassa esté arriba. Huele mal", dijo el domingo el delantero Sergi Arranz, el más crítico entre los futbolistas del conjunto egarense. "Los árbitros se piensan que son policías, no puedes decirles nada. A mí me han enseñado una tarjeta que me ha condicionado totalmente." Coro, por su parte, dijo que en una acción como la del gol anulado "no se puede sancionar si no lo ves clarísimo" y admitió que esa decisión "nos ha impedido sumar un punto, que era un gran resultado". Coro añadió que era imposible que el auxiliar pudiese apreciar con claridad la jugada por su posición.