Entre el 21 de octubre de 2018 y el 10 de febrero de 2019 el Terrassa ha pasado de ser un equipo en crisis hundido en la undécima plaza de la clasificación, cuestionado en su esencia y en su realidad, a convertirse en uno de los más claros aspirantes a la promoción de ascenso, consolidado en la cuarta plaza y con una renta de cinco puntos sobre el quinto clasificado. Dos fechas que marcan las dos últimas derrotas del Terrassa en la Liga, la primera en el campo del Prat y la segunda, este domingo, en el del Sant Andreu. En el trayecto, catorce jornadas sin conocer la derrota, 32 puntos en la mochila y un crecimiento indiscutible que aún tiene detalles a mejorar.
Y es que el Terrassa perdió el domingo en el campo del Sant Andreu, con polémica final por un gol anulado a Coro en el minuto 90, escribiendo un guion parecido al de su partido en el campo del L’Hospitalet. Su magnífico rendimiento, sobre todo en la primera parte, no fue suficiente y al final tuvieron mayor peso en la balanza del partido sus errores que sus aciertos. Y esa diferencia a la hora de incidir en los resultados debe resolverse para acudir con garantías a la batalla final por el ascenso.
Desacierto
Gestionar a favor los momentos favorables de cada partido es una virtud que los buenos equipos exprimen en su beneficio. Noventa minutos de fútbol dan para mucho en todas las direcciones y cada equipo dispone de fases en las que puede poner el partido de su lado. Al Terrassa le sucedió en el Narcís Sala en el primer período, magnífico por parte egarense en todos los sentidos pero insuficiente para obtener una ventaja que pudiese ser definitiva. El conjunto de Cristian García, ya con Carlos Guzmán al mando del timón de juego y con Serramitja en la banda izquierda del ataque, supo dar respuesta a las exigencias de cada momento en esa primera parte. El Sant Andreu, que afrontó el partido como una última oportunidad para mantener posibilidades de pelear por la cuarta plaza, apareció con la energía de quien aspira a sobrevivir. Presionó con mucho músculo para incomodar el fútbol del Terrassa y armó dos acciones de cierto peligro (un remate de Josu que detuvo Ortega y otro menos afortunado de Juanan). Pero esa puesta en escena no intimidó a los egarenses, musculados como su rival y con más fútbol como elemento diferenciador. En cuanto la efervescencia local perdió fuerza, el balón pasó a manos del Terrassa, con Guzmán muy presente en cada acción, Serramitja y Nils activados en la banda izquierda y Arranz presente en las operaciones ofensivas. Suya fue la mejor acción de los primeros minutos con un disparo que salió por encima del travesaño.
La diferencia en el terreno de juego no tuvo reflejo en el marcador por la sobresaliente actuación de Segovia, el portero del Sant Andreu. Él solo impidió que su equipo quedase casi sentenciado en el primer período, con intervenciones absolutamente decisivas. El recital Segovia empezó en el minuto 19, cuando rechazó un magnífico disparo de Serramitja tras una buena combinación entre Nils y Coro. Un minuto después, el portero local sacó un córner directo lanzado por Coro que se colaba en el marco. Pero la matrícula de honor le llegó algo más tarde. En el minuto 34, Segovia desvió con el pie un remate en boca de gol de Daisuke; en el 35 volvió a aparecer para impedir el gol de Nils, que se presentó solo en el área; y en el 36 despejó con los puños un buen lanzamiento de falta de Coro.
Al Terrassa se le apagó la luz del buen fútbol en el segundo tiempo. No tuvo tanto el balón y quedó a expensas de los esfuerzos del Sant Andreu, intenso de nuevo en busca de un triunfo salvavidas. Los cuatribarrados empujaron al Terrassa a su área y en una serie de córners consecutivos encontraron el premio del gol. Noguera se adelantó a una defensa egarense demasiado blanda y envió el balón al fondo del marco de Ortega con un remate de cabeza cruzado.
Gol anulado
Con el marcador en contra, el Terrassa fue demasiado previsible. Angustiado por el escenario desfavorable y desquiciado por unas decisiones arbitrales discutibles (Arranz quedó condicionado por una tarjeta en la primera parte), abusó de un juego directo que le resulta impropio. Ni la aparición de Adri Díaz dio más posesión ni la de Toledo mayor desequilibrio. El Sant Andreu, muy mejorado con la entrada de Sergi García, pudo haber aumentado la diferencia en un disparo de Juanan al poste.
Al Terrassa le quedó por explorar la carta emocional en el último momento, donde buscó el empate por todas las vías posibles. Pudo haberlo hecho Coro en un disparo que se le fue por encima del larguero tras una acción de Toledo. Y para el final quedó la polémica del partido, el gol de Coro en el minuto 90 que el árbitro anuló al entender que Arranz toca el balón en la línea de gol y en situación de fuera de juego.
UE SANT ANDREU, 1
TERRASSA FC, 0
UE SANT ANDREU. Segovia, Llamas, Jaume, Juanma, Noguera, David López, Juanan, Kuku, Ferran, Josu y Wander. Sergi García suplió a Wander en el minuto 53; Carlos Martínez a Kuku en el 64; y Guillem a Ferran en el 77.
TERRASSA FC. Ortega, Dani Sánchez, Pallàs, Sergi Valls, Nils, Guzmán, Coro, Carreón, Daisuke, Arranz y Serramitja. Adri Díaz suplió a Daisuke en el minuto 64; Jonatan Toledo a Carreón en el 73; y Yaya a Pallàs en el 80.
Árbitro. Salvador Morros Monge. Amonestó a David López, Josu y Wander, del Sant Andreu; y a Arranz, Nils y Toledo, del Terrassa.
Gol. 1-0, minuto 58, Noguera.
