Un Terrassa de dos caras regresó de la capital del Alt Penedès con la sensación de no haber sido capaz de rematar un buen trabajo y de haber dejado escapar dos puntos importantísimos ante un rival que pudo y debió derrotar. Los terrassistas fueron manifiestamente superiores en el primer tiempo, pero se vieron superados en el segundo, en que derivaron en un equipo irreconocible, que raras veces consiguió rasear el balón. Eso, unido al ímpetu del Vilafranca, posibilitó un empate a dos que mantiene en cinco puntos la ventaja entre ambos contendientes. El equipo sigue cuarto, pero a sólo tres puntos de distancia de la quinta posición, ocupada ahora por el Horta. La nota más positiva es que el Terrassa acumula ya trece jornadas sin perder, con un excelente balance de ocho victorias y cinco empates. Los de Cristian no pierden desde el 20 de noviembre, cuando cayeron por 2 a 0 en el campo de un Prat que les precede en la tabla. Han sumado 29 de los últimos 39 puntos en juego.
Las bajas obligaron al preparador del Terrassa FC a utilizar a Pallàs de pivote, ayudado por Imaz y por un omnipresente Coro, así como a Serramitja en la banda izquierda, pero el equipo supo entender a la perfección lo que quería su entrenador y tras unos minutos de tanteo comenzó a dominar a un Vilafranca que practicaba un fútbol poco profundo y más bien directo.
La efectividad de los egarenses en la primera media hora de juego fue sensacional. En el minuto 27, en la mejor jugada de los egarenses, Coro abrió un balón a la banda derecha para que Carreón pusiera un centro medido al área que Marcel Serramitja se encargó de convertir en un 0 a 1 que dio muchísima confianza al Terrassa. Tanto es así que cuatro minutos más tarde Imaz cabeceó alto. La afición terrassista llevaba al equipo en volandas y en el minuto 34, el Vilafranca tiró mal el fuera de juego y Coro filtró un balón que dejó solo a Sergi Arranz, el "pichichi" del equipo", que definió a las mil maravillas ante la salida del meta local Miguel Ramos.
La situación no podía estar más controlada. Pero a cinco minutos del descanso, en una de las pocas llegadas de un Vilafranca sobre pasado, una falta de entendimiento permitió a Ignacio Rosillo recortar distancias con el 1 a 2. El golpe anímico fue durísimo. No tanto por la cercanía del descanso sino porque la superioridad del Terrassa parecía ponerse en entredicho. En el penúltimo minuto, la parroquia local protestó como penalti una caída en el área de Boira. No lo fue.
Cambios
Cristian sacó del campo en el descanso a Serramitja y dio entrada a Daisuke para ganar desborde por banda. Pero el Vilafranca salió en tromba. Le quitó el balón al Terrassa y lo superó en el aspecto físico y en la presión. No sabían los terrassistas si dar un paso al frente o dos atrás. Y la inercia les fue metiendo poco a poco en la cueva. El viento y el rival apretaban y el Terrassa se defendía como gato panza arriba. En el minuto 48, Ortega detuvo un disparo de Braima, el punta más peligroso del rival. Y en el 59, un providencial Nils Puchades mandó a córner un remate de Braima en el segundo palo que se colaba. La presión sobre la portería defendida por Ortega se recrudecía por momentos. Cristian tomó entonces otra decisión. Quitó a un Yaya que no tenía el día y puso a Pallàs de central, colocando a Ferreira por delante.
Si bien el Vilafranca buscaba el empate colgando balones, entrando por banda y forzando córners, el Terrassa buscaba a la contra un 1 a 3 que hubiera cerrado definitivamente el partido. En el minuto 71, un golpe franco ejecutado por Coro fue despejado por el portero y Sergi Valls casi recogió el rechace para marcar. Pero tres minutos más tarde, tras un córner mal lanzado, Ignacio Rosillo devolvió la pelota al área y su capitán Boira remató a gol con un cabezazo tan bien colocado a la derecha de Ortega que nada pudo hacer por evitar el empate.
Se jugarían veinte minutos más. Lejos de conformarse con el reparto de puntos, ambas escuadras salieron a por la victoria. El fútbol directo de los hombres de Iván Moreno seguía complicando la vida a un Terrassa que se apuntó, casi sin quererlo, al fútbol directo que le proponía su rival. A ocho minutos del final, un Arranz que se vació no alcanzó una asistencia de Carreón. Colocó entonces Cristian a Toledo de seegundo punta en lugar de Coro para tener más presencia en el área rival. Tras un córner desperdiciado por el Terrassa en el minuto 89 llegó la última ocasión del partido. Y fue para el Vilafranca. Su central Pelegrín remató al palo tras una gran acción de estrategia.
FC VILAFRANCA, 2
TERRASSA FC, 2
FC VILAFRANCA. Miguel Ramos, Óscar Sierra, Fontanils, Pelegrín, Luca, Boira, Vadillo, Ignacio Rosillo, Braima, Sergi y Oribe. Pol Via sustituyó a Braima en el minuto 62; Jaume a Fonatanils en el 72; y Josep Díez a Vadillo en el 78.
TERRASSA FC. Ortega, Dani Sánchez, Sergi Valls, Yaya, Nils Puchades, Pallàs, Imaz, Carreón, Coro, Serramitja y Arranz. Daisuke sustituyó a Serramitja en el minuto 46; Ferreira a Yaya en el 61; y Jonathan Toledo a Coro en el 84.
Árbitro. Ainara Andrea Acevedo Dudley, del comité de Barcelona. Mostró tarjetas amarillas a los jugadores locales Fontanils, Ignacio Rosillo y Pelegrín y a los visitantes Pallàs, Arranz, Serramitja, Nils Puchades y Ferreira.
Goles. 0-1, minuto 27, Serramitja; 0-2, minuto 34, Sergi Arranz; 1-2, minuto 40, Ignacio Rosillo; 2-2, minuto 74, Boira.