Hay partidos que trascienden un resultado. Y el del domingo, en L’Hospitalet, debería tener esa lectura para el Terrassa FC. El conjunto de Cristian García empató en el campo del segundo clasificado, un equipo repleto de nombres de lustre para la Tercera División y protagonista de una excelente racha de resultados en las últimas semanas, igual que los egarenses. Pero ese empate penalizó más que premió el magnífico partido del Terrassa, espléndido desde el minuto 1 en todas las facetas del juego, notablemente superior a su rival a quien aprisionó en sus dudas gracias a una presión ejemplar en cada rincón del terreno de juego. Le faltó al Terrassa un poco más de acierto en el remate y le sobró un árbitro que condicionó en gran medida el desarrollo del encuentro al equivocarse en la señalización de un penalti por manos de Dani Sánchez en el minuto 22, que permitió a los locales adelantarse en el marcador cuando mayor era la diferencia entre ambos conjuntos.
Salió en todo caso reforzado el once terrassista de este reto de envergadura en todos los aspectos. Ni le atemorizó el escenario, ni le empequeñeció el rival, demostrando una personalidad arrolladora y un estilo propio innegociable que acabó imponiéndose en el terreno de juego. Cristian alineó a Dani Sánchez en el lateral izquierdo gracias al salvavidas que representaba el regreso de Yaya en el otro lateral. Y reemplazó a Daisuke con Serramitja, soberbio en el costado derecho del ataque. La solidaridad del fútbol del Terrassa se visualizó en la magnífica presión que sus jugadores desplegaron sobre las líneas de creación del L’Hospitalet. Cada acción local era contestada con una emboscada defensiva de los egarenses, rápidos en la recuperación para disponer del balón el mayor tiempo posible. Y en ese escenario, el equipo de Xevi Molist anduvo incómodo e inseguro, hasta el punto de reiterar los errores en la entrega y en la salida del balón.
Dominio y penalti
Crecía el Terrassa a la misma velocidad que se angustiaba el L’Hospitalet, pese a que la diferencia no se reflejaba en el marcador en el primer tramo del partido. Nils, con un disparo ajustado a la escuadra y Arranz, en una vaselina lejana que se perdió junto al poste con el portero fuera del marco tras un error defensivo, pudieron haber dado ventaja al Terrassa en el primer cuarto de hora. Incluso le faltó fortuna en el minuto 19, en un rebote tras un córner que el portero Aliaga salvó en la línea de gol.
Pero el partido vio alterado su desarrollo en el minuto 22 y no por la intervención de los futbolistas, sino del colegiado. Víctor Manuel Sánchez Rico castigó al Terrassa con un penalti inexistente a instancias de su auxiliar, que apreció unas manos de Dani Sánchez en el área que no se produjeron. El defensa terrassista sacó el balón con el pecho, el colegiado dio validez a la acción, pero rectificó segundos después por la intervención de su auxiliar. Rodri aprovechó la pena máxima para anotar un desmedido 1 a 0.
El Terrassa anduvo aturdido por lo ocurrido durante algunos minutos, más como fruto de la rabia que de la inseguridad. Aunque recuperó el pulso en el último cuarto de hora, se aisló de la bronca ambiental al árbitro y metió de nuevo al L’Hospitalet en su área. Coro, en una falta desde la frontal que detuvo Aliaga, y Nils que perdió una buena ocasión por un mal control en el área, generaron nuevas ocasiones de peligro.
No varió la letra de su discurso el Terrassa en la segunda parte, convencido como estaba de que en el camino emprendido estaba obtener un resultado positivo. Serramitja, en el minuto 56, generó la primera acción ofensiva de mérito, pero a su centró no llegó Arranz por muy poco. Tres minutos más tarde, Aliaga sacó con apuros un centro-chut de Coro que se envenenó con dirección a gol. Hasta que en el minuto 60, el equipo de Cristian García niveló el marcador. La acción nació de un saque de esquina que prolongó Coro, en el que intervino Pallàs y que Serramitja envió al corazón del área pequeña para que Arranz, infalible, anotase el tanto de la igualada.
Ambicioso
Disconforme con el empate, al Terrassa le quedó fútbol y atrevimiento para ir en busca de la victoria. Yaya buscó el gol en una acción personal que acabó con un remate por encima del larguero y Coro obligó, de nuevo, a lucirse a Aliaga en un remate de cabeza que mereció premio.
El partido se le complicó al Terrassa en el tramo final. Primero por una mejora de los locales, más precisos en ataque, y después por la expulsión de Yaya a trece minutos del final. Salinas, máximo goleador del campeonato, falló una clara ocasión en el minuto 73 y Ortega, en el 80, evitó el segundo gol local al sacar un lanzamiento de falta de Dani que se colaba por la escuadra. David Jiménez también generó peligro en un remate ajustado al poste.
Pese a los obstáculos finales, al Terrassa aún le quedó aire para un último arranque. Y Óscar Imaz obligó a Aliaga a sacar un pie milagroso en el minuto 90 para impedir que un lanzamiento directo de córner acabase en el fondo del marco. Toledo fue el protagonista de un contragolpe final que acabó sin consecuencias.
CE L’HOSPITALET, 1
TERRASSA FC, 1
CE L’HOSPITALET. Aliaga, Juste, Rodri, David García, Gómez, Salinas, Vinicius, Alfonso, Eudald, Dani y Javi Lara. Diego suplió a Rodri en minuto 32; Pasquina a Javi Lara en 71; y David Jiménez a Alfonso en el 76.
TERRASSA FC. Ortega, Yaya, Pallàs, Sergi Valls, Dani Sánchez, Guzmán, Coro, Carreón, Serramitja, Arranz y Nils. Imaz suplió a Serramitja en el minuto 80; Toledo a Arranz en el 86; y Àlex Fernández a Coro en el 88.
Árbitro. Víctor Manuel Sánchez Rico. Amonestó a David García, Gómez, Eudald, Dani y Pasquina, del L’Hospitalet; y a Sergi Valls, Guzmán, Arranz y Serramitja del Terrassa FC. Expulsó a Yaya en el minuto 77 por doble amonestación
Goles. 1-0, minuto 23, Rodri de penalti; 1-1, minuto 60, Arranz.
