Nació en el año 2009 como una pequeña locura perpetrada por un grupo de amigos que corrían bajo el nombre de Nenazas Running Club. Y lo hicieron con el apoyo de la Associació de Veïns de Poble Nou – Zona Esportiva. Una década después, ambas entidades siguen organizando una prueba que se ha convertido en una cita obligada dentro del calendario atlético local.
Los organizadores y los participantes se negaban, y se siguen negando, a tener que pagar por correr y decidieron organizar su propia Sant Silvestre para despedir el año haciendo lo que más les gusta. El próximo lunes día 31 de diciembre, más de 600 corredores de todas las edades saldrán a las seis de la tarde como es habitual desde la plaza de Can Roca para cubrir los 6 kilómetros de recorrido de una carrera que no es una carrera, o que no es una carrera al uso. La Runneada de Cap d’Any de Terrassa no tiene ganadores, ni se establecen clasificaciones.
Su carácter no competitivo es lo que la hace especial. La mayoría de los corredores participa en la prueba disfrazado, mayoritariamente con motivos navideños. Es habitual ver a familias enteras participando en la Runneada, una prueba de marcado carácter festivo y popular.
El mismo ritmo
El ritmo de la carrera es el mismo para todos los participantes, que llegan a la plaza de Can Roca en el mismo momento, después de haber realizado dos oportunas paradas, la primera en la Casa Baumann, y la segunda en la Plaça Vella (algunos años tenía lugar en el Raval de Montserrat). Es allí, en pleno corazón de la ciudad, donde la gran serpiente multicolor aprovecha para descansar un par de minutos y realizar la tradicional foto de familia en la tarima. A continuación, subida hacia la plaza de Can Roca, donde les espera un abundante refrigerio para reponer fuerzas y festejar el fin de año. Y con el deber cumplido sólo queda ya pasar por la ducha y prepararse para comer las uvas.
En esta décima edición se espera que se superen los 600 participantes. Ese es el límite que los organizadores han establecido para los dorsales (completamente gratuitos), aunque en la edición del año pasado la cifra de participantes se acercó a las 700 personas.
Emilio Sánchez, del Nenazas Running Club, es algo así como el alma máter de la prueba. "El único propósito que tenemos es pasarlo bien. No hay competición de ningún tipo y fijamos siempre un ritmo de carrera adecuado que nos permita ir siempre en grupo y hacerlo a un ritmo que sea adecuado para todo el mundo. No ponemos límite", explica.
Una década cumplida
La edición de este lunes será especial para todos los participantes. La Runneada de Cap d’Any se ha hecho mayor. Las cuatro primeras ediciones se realizaron de forma clandestina, pero la gran repercusión que iba alcanzando la convocatoria obligó a los organizadores a regular la participación. Desde el primer día, sin embargo, la prueba no ha perdido ni un ápice de su espíritu festivo y lúdico. Así lo recuerda Mari Carmen Martínez, la presidenta de la Associació de Veïns del barrio de Poble Nou – Zona Esportiva, que se encarga, año tras año, de preparar el esperado piscolabis de final de carrera. "La Runneada es una fiesta lúdica y social, que está destinada a las familias. En esta prueba tiene cabida gente de todas las edades", señala. Y así es, pues las calles del centro de la ciudad se llenarán el lunes de atletas corriendo por una sola causa: la diversión.