Los estados de ánimo cambian a un ritmo vertiginoso en el mundo del fútbol. Si la semana pasada el Terrassa FC salió fortalecido del campo del Granollers por imagen, juego y marcador, siete días más tarde la bofetada emocional que sufrió contra la Fundació Grama fue de las que dejan huella. Un gol en el minuto 96 no sólo propició el empate de los de Santa Coloma, sino que sacó de golpe a los egarenses de las plazas de promoción que hubiesen ocupado en caso de victoria y les devolvió a los escenarios más sombríos de la temporada, donde ni juego ni resultado estuvieron a la altura de lo exigible. Ese termómetro emocional a una semana vista tuvo reflejos en el plazo corto durante el partido, dado que el Terrassa pasó de la euforia a la desolación en menos de una hora, el tiempo que transcurrió entre un 2 a 0 que parecía encaminar el encuentro hacia una victoria plácida hasta el inesperado empate consecuencia de una segunda parte más que deficiente.
Muchos factores propios explican el decepcionante resultado final, pero tampoco puede quedar exenta la actuación del colegiado, Héctor Robas Bondia. Un penalti invisible dio pie al 2 a 1 que varió el desarrollo del encuentro en el primer período. Y un alargue incomprensible del tiempo añadido originó el tanto del empate definitivo. El córner que propició el segundo gol visitante se lanzó pasado el minuto 96, cuando el añadido era de cinco minutos. Una permisibilidad incomprensible que castigó al Terrassa de forma decisiva.
Irregulares
En todo caso, el Terrassa se penalizó a sí mismo con una irregularidad impropia durante el partido. Sin el concurso de Guzmán (estuvo en el banquillo pero no jugó porque no había entrenado en toda la semana por un compromiso laboral) ni del sancionado Àlex Fernández, Cristian García tuvo que improvisar un centro del campo nuevo que no pudo soportar el peso del encuentro. Ubicó a Imaz en la posición de pivote y a Serramitja en uno de los interiores, completando esa línea con un Carreón ya indiscutible en el once titular. Con menos capacidad de posesión que de costumbre y más recorrido vertical, al Terrassa le bastó con un fútbol ordenado y ofensivo para tener un buen arranque. En el minuto 16 ya iba por delante en el marcador después de que Sergi Arranz pusiese un balón franco a Serramitja para que éste lo empujase al fondo del marco visitante.
No tuvo demasiada capacidad de generar ocasiones de peligro el Terrassa, pero con el viento a favor en el marcador y una Fundació Grama poco incisiva, el partido no parecía estar en riesgo. Y más cuando en el minuto 32 Arranz acudió a su cita con el gol (lleva cuatro encuentros consecutivos marcando) al culminar un buen centro de Guti desde el costado izquierdo. Pero el partido se empezó a complicar con el penalti que dio origen al 2 a 1 a cinco minutos del descanso. La Fundació Grama había visado antes en una acción ofensiva que Guti le desbarató a Omar y al reducir la diferencia se sintió capacitada para discutirle el resultado al Terrassa.
Desaparecidos
La segunda parte se convirtió en una sucesión de calamidades. El Terrassa se resquebrajó a partir de su falta de visión en el centro del campo, perdió el balón y quedó a expensas de una Fundació Grama insistente. Omar ya generó una buena situación de peligro en el minuto 55 que no tuvo contestación. Cristian intentó rediseñar el dibujo dando entrada a Ferreira para ordenarse a partir de un 4-2-3-1 con Serramitja en la media punta y Carreón en el flanco izquierdo. Después se lesionó Guti y Nils, que había salido poco antes, tuvo que actuar como lateral de emergencia. Los visitantes cada vez estaban más legitimados para pensar en el empate y Ortega, en el minuto 75, impidió el gol de Juan Carlos en una intervención providencial. En el minuto 83, los visitantes reclamaron un penalti de Yaya.
El Terrassa, desaparecido en ataque durante la segunda parte, tuvo su momento en el tiempo añadido en que generó tres situaciones claras de gol: la primera de Toledo, que remató por encima del marco en una posición idónea; la segunda en un centro de Arranz que Carreón no alcanzó por muy poco; y la tercera, y más clara, a cargo de Arranz cuyo remate sin oposición se estrelló en el cuerpo de Teixeira.
Perdonó el Terrassa y la Fundació Grama le asesinó. En el minuto 95, Ortega sacó un remate de Omar en una intervención espléndida. Pero en el posterior saque de esquina, Cristóbal saltó más que nadie y conectó un cabezazo que valió el empate a dos definitivo.
Terrassa FC, 2
Fundació Grama, 2
TERRASSA FC. Ortega, Yaya, Pallàs, Valls, Guti, Imaz, Carreón, Serramitja, Daisuke, Arranz y Balboa. Ferreira suplió a Balboa en el minuto 56; Nils a Serramitja en el 71; y Toledo a Guti en el 78.
FUNDACIÓ GRAMA. Teixeira, Juan Carlos, Martí, Chica, Ñito, Cristóbal, Omar, Canaleda, Duarte, Cazorla y Adri. Rojas suplió a Cazorla en el minuto 19; y Cristo a Duarte en el 60.
Árbitro. Héctor Robas Bondía. Amonestó a Serramitja, Imaz y Carreón, del Terrassa; y a Juan Carlos, Chica y Omar, de la Fundació Grama. Expulsó a Cazorla en el minuto 80.
Goles. 1-0, m. 16, Serramitja; 2-0, m. 32, Arranz; 2-1, m. 40, Cristóbal de penalti; 2-2, m. 96, Cristóbal
Público. 639 espectadores.