El Terrassa FC ha saneado sus números. Gracias a la victoria obtenida contra el Castelldefels, ha sumado diez puntos de los doce últimos posibles, se ha situado a un punto de las plazas de "play off" y ha escalado hasta la séptima posición de la tabla clasificatoria. Cualquier discurso resultadista se agarrará a esa realidad para esperar que el juego que se le supone a este equipo fluya a partir de su estabilidad en los resultados. La crisis de hace unas semanas parece superada en ese escenario y ahora se aguarda la visita del líder el próximo domingo con la esperanza puesta en una victoria que sitúe al Terrassa no sólo en la pelea por el "play off", sino en la carrera por el título.
Pero esos fenomenales números no esconden la realidad de un equipo que aún duda de sí mismo y que acabó encerrado en su área por un Castelldefels competitivo en grado sumo como lo es su entrenador, pero cuyos déficits ofensivos penalizan seriamente sus propósitos. El Terrassa sufre contra cualquiera, no es capaz de imponer su jerarquía y ahora anda como loco por acumular puntos que ahuyenten sus miedos en espera de épocas mejores.
Sergi Arranz se ha convertido en el futbolista con mayor capacidad decisoria en el equipo de Cristian García. Nadie le discute la titularidad, ni el mérito de ser el mejor fichaje de la temporada. El domingo marcó su sexto gol y generó las mejores ocasiones de gol de los locales, algunas fabricadas de forma autónoma huyendo de ese estereotipo que le señala como un futbolista solamente con capacidad finalizadora pero que en el Terrassa está desarrollando registros añadidos. Arranz marcó el único gol del partido en el minuto 14, rematando de forma espléndida de cabeza un magnífico centro de Dani Sánchez, una de las novedades del partido en la posición de lateral derecho.
Ese gol debería haber dibujado un escenario claramente favorable al Terrassa, que esta semana actuaba con las bajas de dos futbolistas destacados en la construcción, como son Pallàs en la fase defensiva y Guzmán, elemento clave a la hora de entender el fútbol de Cristian García. El técnico alineó a Àlex Fernández en la posición de pivote defensivo y su sorpresa en el once fue la presencia de Balboa en la banda izquierda del ataque, una posición poco habitual para él pero en la que pasó por delante de dos especialistas como Nils y Clotet. Pese al gol, el Terrassa anduvo dubitativo en muchos aspectos del juego, con menos pausa por la baja de Guzmán pero con una transición más veloz. La productividad ofensiva de los locales anduvo alejada de lo previsible, con un buen centro de Daisuke al que no llegó Arranz y una contra de Carreón que tampoco pudo culminar el goleador de la tarde. El Castelldefels, correcto en muchas facetas del juego e incómodo para los egarenses con su presión, casi no pisó el área. Sólo generó inquietud en un error de Yaya que no supo aprovechar Kike y en un remate de cabeza de Alan a la salida de una falta, ya en el minuto 45, que salió desviado.
Apuros
Cristian dejó en el vestuario a Coro en el descanso y dio entrada a Serramitja, a quien situó como volante en el centro del campo. La capacidad de posesión de la pelota se vio penalizada, en busca de más vértigo en el juego. El fútbol de los locales cayó en picado, mientras la lluvia protagonista durante toda la tarde se fue transformando en tormenta. Las ocasiones de gol del Terrassa nacieron de inspiraciones personales, una de Serramitja, cuyo buen disparo fue despejado por Manu Martín, y otra de Arranz, también abortada por el portero visitante. El árbitro anuló un gol a Sergi Valls en el minuto 63 por fuera de juego.
La complacencia del Terrassa fue empujando el partido hacia un final incierto. Miki Carrillo puso en el campo todo el potencial ofensivo que tenía (Cano, Aumatell y Triguero) y el empuje de los visitantes empezó a generar intranquilidad. Un par de balones al área que no encontraron rematador aumentaron la sensación de inquietud. Luego se produjo una falta dentro del área por una controvertida cesión a Ortega y otra falta al borde del área que Triguero envió por encima del travesaño. Hasta que en el minuto 89, el colegiado anuló un gol a Alan que dejó helado al estadio. El Terrassa acabó celebrando a lo grande un triunfo agónico contra un rival situado en la zona de descenso, quizás sabedor de que ahora mismo su optimismo se basa únicamente en sus resultados.
TERRASSA FC , 1
UE CASTELLDEFELS, 0
TERRASSA FC. Ortega, Dani Sánchez, Sergi Valls, Yaya, Guti, Àlex Fernández, Coro, Carreón, Daisuke, Arranz y Balboa. Serramitja suplió a Coro en el minuto 46; Imaz a Daisuke en el 75; y Nils a Balboa en el 82.
UE CASTELLDEFELS. Manu Martín, Rubi, Sergi Pérez, Alegre, Alan, Joel Coch, Pedro Bilbao, Bemúdez, Juanlu, Eric y Kike. Jordi Casno suplió a Kike en el minuto 50; Aumatell a Eric en el 63; y Santi Triguero a Juanlu en el 73.
Árbitro. Carlos Rodríguez Enrique. Amonestó a Àlex Fernández, Arranz, Daisuke, Alan, Joel Coch y Bemúdez.
Gol. 1-0, minuto 14, Arranz.