Hoy es el día del esperado derbi terrassense entre el Terrassa FC y el CP San Cristóbal. Veintiséis años después de la última edición de este encuentro en la Liga (únicamente hay cuatro antecedentes en la historia), el Camp Olímpic acogerá un partido que ha despertado una expectación más que notable. Y no sólo por el hecho destacable y desacostumbrado de enfrentar a los dos primeros clubs de la ciudad en un terreno de juego, sino por la trascendencia deportiva que la cita ha cobrado en las filas del Terrassa FC. Los dos equipos llegan al derbi en una posición pareja: el Terrassa es décimo en la clasificación y el San Cristóbal undécimo; la diferencia entre ambos es de un punto aunque los de Ca n’Anglada tienen dos partidos menos (se aplazó su partido ante el Reus "B" y han cumplido la jornada de descanso); y una victoria parroquial les permitiría acabar la jornada por delante de los terrassistas en la tabla clasificatoria. Ese escenario es contemplado en muchos sectores como un terremoto de consecuencias imprevisibles para un equipo construido con el propósito de disputar la promoción de ascenso y que atraviesa un momento especialmente delicado.
Presión
El Terrassa llega después de haber sumado sólo tres puntos en las cinco últimas jornadas, en una crisis goleadora injustificada y apremiado por la distancia que le empiezan a tomar algunos de los favoritos del campeonato. Pese al ruido externo que se ha producido durante toda la semana en torno a Cristian García, el presidente, Jordi Cuesta, ha insistido en descartar cualquier medida sobre el futuro del técnico.
Además, Cristian tiene algunos inconvenientes en forma de lesiones a añadir a la mala trayectoria de su equipo. Si el domingo perdió a Àlex Fernández en el partido ante el Prat por una rotura fibrilar, el jueves se lesionó otro centrocampista, Jonathan Ferreira, que estará un mes de baja debido a una luxación en el codo izquierdo. Este inconveniente le deja con Guzmán como único centrocampista puro, adivinándose Óscar Imaz como alternativa más probable en esa zona.
En contraposición a ese estado de inquietud, el San Cristóbal llega en una dinámica envidiable. Con seis puntos de renta sobre las posiciones de descenso pese a tener dos partidos menos, la trayectoria del conjunto de Oliver Ballabriga está causando sensación. En las seis últimas jornadas únicamente ha perdido un partido, sumando 13 puntos de 18 posibles y la posibilidad de acabar la jornada por delante del Terrassa es un aliciente indudable.
Ballabriga contará con la baja por lesión de Joan Muntada, aunque podría hacer entrar en la convocatoria al último fichaje, el delantero inglés Danny Elliott. También está ya a disposición del entrenador el defensa Sergi Almirall, una vez recuperado totalmente de su rotura fibrilar.