Con el cuchillo en el gaznate salió el Terrassa FC a jugar en el campo del Guinardó ante el Martinenc, consecuencia de dos derrotas consecutivas que no entraban en el guion establecido para un equipo al que no le parece estar permitido perder ni en los amistosos. Y ante un rival aguerrido y en un campo inadecuado para el fútbol de los egarenses, esa amenaza significaba una seria incomodidad. Pese a ello, el Terrassa demostró una madurez prometedora y condujo el partido con una eficacia elogiable partiendo de su superioridad futbolística. A través del balón y de sus señas de identidad propias, el conjunto de Cristian García gestionó los elementos emocionales y los propios del juego de un modo ejemplar, cerrando provisionalmente con una victoria el primer debate serio de la temporada en relación a su idea de juego o al papel del mismo entrenador, cuestionado la semana anterior por un sector de los aficionados. Durmiendo en posiciones de “play off” (el Terrassa ha recuperado la cuarta plaza con esta victoria y ha recortado dos puntos su desventaja en relación al líder) los males parecen menos graves.
Una apuesta por lo conocido
Cristian parece haberse decidido por hacer una apuesta por el grupo de jugadores de la temporada anterior. Con ello, pretende pacificar al entorno con buenos resultados y dar el tiempo necesario de cocción al resto de futbolistas que han llegado de fuera para que asimilen sin urgencias la idea de juego de este equipo. Pese a que ello le pueda abrir algún frente de conflicto. Este domingo puso en el campo a diez jugadores de la campaña pasada con el único añadido de Sergi Arranz. Todo el resto de fichajes se quedaron en el banquillo o fuera de la convocatoria, caso este último que afectó a Toledo y a Clotet. Cristian, además, ordenó a su equipo en base a un 4-3-3 que puede ser el preludio de los cambios tácticos anunciados por el técnico esta semana, lo que hizo al Terrassa más reconocible al asegurar un mejor tránsito del balón en el centro del campo. Los egarenses, además, fueron más verticales que en otras oportunidades, recurso que tuvo consecuencias inmejorables. La eficacia de Sergi Arranz en el área hizo el resto en un partido que, pese a lo prematuro de la temporada, empezaba a tener pinta de juicio final.
Si el encuentro tuvo un nombre propio fue el de Sergi Arranz, el delantero más rentable de los que han llegado esta temporada al Camp Olímpic. En un escenario conocido para él, ya que defendió la camiseta del Martinenc hace unas temporadas, su aparición en el primer tramo del partido resultó fundamental. El Terrassa no tuvo una puesta en escena deslumbrante y acusó sus propias exigencias en el inicio del encuentro. El Martinenc incluso tuvo una buena oportunidad para adelantarse en el marcador en una contra de Joel que resolvió con acierto Ortega.
Pero Sergi Arranz se erigió en el elemento diferencial sobre el terreno de juego, generando un escenario favorable a la recuperación anímica de su equipo. En el minuto 14 anotó el 0 a 1 culminando en una acción de delantero puro una magnífica acción de Nils desde la banda izquierda. El extremo puso un balón magnífico en la zona de remate y Arranz superó a Juanmi con un toque insalvable. Cuatro minutos después, el delantero terrassista volvió a aparecer de forma determinante forzando un claro penalti del ex terrassista David López que le agarró de la camiseta cuando encaraba a Juanmi tras una buena maniobra individual a un balón enviado por Yaya. Arranz transformó la pena máxima en el 0 a 2.
Superioridad
Ese marcador dio al Terrassa el equilibrio emocional que necesitaba, eliminando de golpe la ansiedad que la desconfianza ambiental podía haber generado en la plantilla. A los egarenses les dejó de quemar el balón en los pies y su gestión del partido fue magnífica, plena de personalidad y fiel al fútbol que defienden. Con una posesión muy alta desconectó al Martinenc del partido, obligando a los locales a gastar sus energías en una carrera continua detrás del balón. Sólo se echó en falta algo más de verticalidad, de riesgo para ampliar las diferencias, disponiendo únicamente de una acción de peligro a través de Nils Puchades, magnífico en todas las facetas del juego.
Pero a cinco minutos del descanso, el encuentro se le abrió de nuevo al Martinenc de forma casi inesperada. Yaya cometió un penalti inocente al tocar un balón con la mano en el área y Javi Sánchez lo transformó en el 1 a 2.
El Terrassa resolvió la papeleta apelando a su fútbol de control y dominio del balón, sin entrar en una confrontación cuerpo a cuerpo que podría haberle penalizado seriamente. Con ello alejó al Martinenc de su área y situó el desarrollo del partido en zonas más favorables a sus intereses. No tuvo el partido el mismo nivel de calidad que en el primer tiempo, pero Ortega estuvo a salvo de cualquier contingencia. Con la entrada de Serramitja y Carreón, Cristian varió el dibujo hacia un 4-2-3-1 que mejoró la capacidad ofensiva de su equipo, hasta entonces seriamente limitada durante el segundo tiempo. El Terrassa se encomendó a la paciencia hasta el último tramo del partido, cuando buscó la sentencia definitiva.
Después de un par de remates no muy afortunados de Guzmán y Nils, Dani Sánchez se encargó de decidir el encuentro con un tercer gol. Carreón puso un buen balón al lateral, cuya aparición en el área finalizó con un remate cruzado al marco ante el que nada pudo hacer el portero del Martinenc, Juanmi. El Terrassa tuvo una última oportunidad para haber aumentado la cuenta, sobre todo en una acción de Carreón en el último minuto, que finalizó con un disparo muy ajustado al poste del delantero terrassista.
FC Martinenc, 1
Terrassa FC, 3
FC Martinenc. Juanmi, Peque, Ramon Súarez, David López, Grimau, Jandro, Mario, Edgar, Rovira, Javi Sánchez, Edgar. Adri Felius y Kilian sustituyeron a Grimau y Javi Sánchez en el minuto 61; Marçal Lladó a Jandro en el 77.
Terrassa FC. Ortega, Dani Sánchez, Yaya, Pallàs, Guti, Guzmán, Ferreira, Àlex Fernández, Daisuke, Arranz y Nils. Serramitja sustituyó a Àlex Fernández en el minuto 61; Carreón a Daisuke en el 65; y Serramitja a Arranz en el 82.
Árbitro. Héctor Robas Buendía. Amonestó a Peque, David López, Dani Sánchez y Yaya.
Goles. 0-1, minuto 14, Arranz; 0-2, minuto 18, Arranz de penalti; 1-2, minuto 40, Javi Sánchez de penalti; 1-3, minuto 76, Dani Sánchez.
