El San Cristóbal, durante el descanso del último encuentro de Liga en el Municipal de Ca n’Anglada ante el Castelldefels, homenajeó a jugadores, cuerpo técnico y dirigentes que vivieron el anterior ascenso a Tercera División. Jugadores históricos de esta entidad parroquial, como Amil, Castillo, Tena, Lao, Joan Amat, Lagares y Cabrera, junto al segundo entrenador de entonces, Salvador Bayona, o dirigentes como el que era presidente, Paco Ramos, el vicepresidente Josep Ibáñez o el directivo Andrés Villegas, y otros como el delegado Tesifón Romero, conocido por todos como "Chico" o el secretario Jordi Abad, saltaron al césped para recibir el reconocimiento de la junta directiva actual y de los socios y aficionados del conjunto terrassense.
Fue en la temporada 1986-1987, que no comenzó precisamente bien, después de un primer empate contra el Olot y una derrota ante el Palamós. Entonces, el entrenador, el uruguayo Mario Pini, ex futbolista, entre otros, de Valladolid, Sabadell y Mallorca, fue cesado por Ramos. "Tuve que cesar a Pini porque el equipo no se aguantaba y no entrenaba lo suficiente", explica el ex presidente.
El nuevo entrenador, el fallecido Jordi González, logró enderezar el rumbo de un equipo que acabaría primero, por delante del Palamós, que también subió esa temporada. El equipo alcanzaría el impresionante hito de encadenar "dieciocho encuentros seguidos sin perder", como recuerda Bayona, segundo de González.
Ramos quiso agradecer a los organizadores de este homenaje y señaló que "hay que agradecer a la directiva actual haber hecho este acto tan emocionante" y aseguró que "he podido ver a jugadores y a otros integrantes del equipo que hacía treinta años que no veía".
El entonces presidente recordó que "convencí a Ibáñez, que era presidente del Monistrol, que si conseguíamos fichar a estos jugadores, veía posible el ascenso". el vicepresidente de esa época accedió, y colaboró dando trabajo a algunos de los jugadores en su empresa. Al final, se logró el ansiado ascenso a Tercera División, el primero de la historia del club.
"Había equipos muy fuertes como el Martinenc o el Palamós, que también subió, pero nosotros fuimos campeones", afirma Ramos, que no se pierde ni un partido del San Cristóbal. El primer año en la nueva categoría, "acabamos décimos", pero la plantilla sufrió bajas.
A buscar jugadores
"Nos vinieron a buscar jugadores y, por ejemplo, Castillo se fue al Europa" por una cantidad de dinero que el club no podía pagar, comenta. Una cantidad que casi multiplicaba por diez respecto a lo que percibía en el San Cristóbal. Imposible retenerlo. Al año siguiente (Ramos ya no era presidente) el equipo bajó. "Espero que aguanten más años en Tercera División", apunta.
El fútbol ahora es muy diferente pero Ramos sentencia que "el jugador que era bueno, era bueno, y nosotros teníamos a muchos de buenos" y añade que "ahora el fútbol parece otra cosa, pero nosotros luchábamos en todos los campos a los que íbamos".
