El entrenador del Terrassa FC, Cristian García, ha pedido a sus jugadores que se olviden de la clasificación y se diviertan en el terreno de juego. Con esa receta, el técnico egarense entiende que estarán más cerca de su objetivo. Cristian dijo el domingo, después de ganar al Sant Andreu con dos goles en los tres últimos minutos, que observa un exceso de responsabilidad entre sus futbolistas y una notable presión alrededor del equipo por visualizar cuanto antes sus aspiraciones de disputar la promoción de ascenso.
"Cuando un equipo es aspirante a mucho y se piensa que va a ascender en la sexta jornada, se genera un bloqueo en los jugadores. El fútbol es un juego para divertirse y si eso lo entendemos vamos a crecer en todos los sentidos", dijo en referencia al rendimiento de un Terrassa que a pesar de estar clasificado en la tercera posición aún no ha mostrado su mejor cara a nivel futbolístico. "Tenemos que mejorar, eso es indiscutible. Y a estas alturas no podemos estar cada día mirando la clasificación porque vivimos con una ansiedad constante. Hay que disfrutar la temporada y el tiempo nos dirá dónde estaremos", añadió al respecto. "Nuestra meta debe ser mejorar el juego. A través de ese trayecto nos acercaremos a los primeros lugares de la clasificación."
De los pitos a la euforia
El pasado domingo, el Terrassa pasó por distintos estados durante los 90 minutos de su partido. Su mal juego despertó los primeros silbidos en las gradas, aunque la reacción final desató un estado de euforia indescriptible gracias a los dos goles de Sergi Arranz que acabaron con las opciones del Sant Andreu en el tramo final. "Nos han colgado la etiqueta de que somos la mejor plantilla del campeonato, pero no se asciende en la sexta jornada", señaló pidiendo paciencia para su proyecto deportivo. "Me enorgullece de que nos vean como el mejor equipo y para mí es un placer disfrutar de estos futbolistas. Pero este equipo debe andar para ir creciendo y demostrar cada semana, en el campo, que está capacitado para disputar la promoción."
En esa dirección, sabe que el trabajo a nivel psicológico es fundamental. Y no muestra un grado notable de preocupación, pese a que sabe que es preciso mejorar en muchas facetas del juego. "Mi trabajo es ese, que los jugadores se liberen. Si disfrutas con el fútbol y te diviertes en el campo, eres capaz de hacer cosas que ni pensabas que eras capaz. Si sólo estás pendiente del resultado, no disfrutas y te penaliza. Nosotros jugamos con un estilo que si no se siente en el campo no se puede llevar a cabo. Si no lo sentimos, no lo conseguiremos porque es más difícil crecer en torno al balón que desde la defensa."
