Óscar Sierra acaba de cumplir 37 años este mes. Y mantiene intacta la ilusión de calzarse cada día las botas de fútbol. Lo hace ahora en el Vilafranca, uno de los equipos de mejor nivel en el grupo quinto de la Tercera División, con quien este sábado visitará el Camp Olímpic para enfrentarse al Terrassa FC. En el conjunto del Penedès vuelve a sentirse futbolista después de meses alejado de los terrenos de juego después de verse involucrado en una operación policial contra una red que amañaba partidos. Sierra sufrió una detención, fue puesto en libertad bajo fianza tres días más tarde y ahora intenta olvidar una experiencia a la que no le gusta referirse. “El abogado me ha dicho que esté tranquilo. Y me mantengo a la espera de lo que pueda suceder”, explica. “Lo único que me preocupa es seguir disfrutando del fútbol como he hecho toda mi vida. Yo tengo la conciencia muy tranquila y sólo puedo decir que las cosas no fueron como se dijeron. Nunca he tenido nada que ver con este asunto. Le dije a la policia todo lo que le tenía que decir. Me hablaron de personas a las que ni conocía.”
Una etapa para olvidar
Esos hechos se produjeron en el mes de febrero, cuando era jugador del L’Hospitalet. Y a partir de los mismos no volvió a jugar con su equipo. “Seguí entrenando, me he cuidado como siempre. Y por eso he regresado en plena forma”, explica en relación a una etapa de su vida deportiva de la que no guarda el mejor recuerdo. “En ningún momento pensé en la retirada. Mi único objetivo era volver a jugar.” No esconde que resultó “una experiencia dura, aunque todo se supera” y añade que el tiempo y la realidad “ponen a cada cual en su sitio”. Supone que “alguien me metería en este lío, aunque me extraña porque mi trayectoria siempre ha sido limpia. El fútbol ha sido mi vida desde niño. Nunca me han ofrecido participar en ningún amaño ni lo hubiese aceptado. Pero mi nombre resultó manchado por todo lo que se dijo en su momento.”
Sin embargo, Óscar Sierra se resiste a mirar demasiado por el retrovisor. Le gusta hacerlo hacia el futuro, centrado en su nueva etapa en el Vilafranca y en su nuevo cometido como coordinador de fútbol 7 en la UD San Lorenzo. “Estoy muy contento del recibimiento que he tenido en Vilafranca”, señala. “He venido con muchas ganas de hacer una buena temporada. Y este sábado confiamos en obtener un triunfo en el campo del Terrassa.” Su aterrizaje en Vilafranca del Penedès se produjo después de un verano movido, dado que primero alcanzó un acuerdo verbal con la Fundació Grama que no se acabó concretando, después fichó por la Montañesa de Primera Catalana y acabó saliendo del conjunto barcelonés ante la propuesta de su actual club. “Para mí era importante seguir jugando en Tercera. Debo agradecer que la Montañesa me permitiese salir”, explica. “Hemos empezado bastante bien el campeonato, aunque esto es muy largo y ahora tenemos un calendario que no será sencillo. En esta categoría todos los partidos resultan difíciles.”
Partido en Terrassa
Mañana se medirá a un Terrassa cuya camiseta ha defendido durante dos temporadas. “Será un partido complicado. El Terrassa ha hecho un equipo para estar arriba. Pero subir no es sencillo. Venimos con ilusión de seguir la racha de los últimos años.” En relación al potencial del Terrassa, considera que tiene potencial para estar con los mejores. “Para subier siempre he pensado que es preciso acabar primero.”
Esperanzado en completar un buen ejercicio, ni piensa en la retirada. “Seré el primero en irme cuando vea que no estoy bien. Pero físicamente me encuentro perfecto, las lesiones me respetan y tengo la ilusión de un niño”.