El memorable papel que firmó la selección española en la Copa del Mundo femenina que se disputó en Londres ha tenido recompensa. Tras caer cruelmente eliminadas por “shoot-outs” en la semifinal ante Irlanda, el combinado que prepara Adrian Lock supo rehacerse de forma admirable y se colgó de forma merecidísima la medalla de bronce tras doblegar con inusitada autoridad a la selección de Australia por un marcador final de 3 goles a 1 en el que sin duda fue el mejor partido del torneo. Y lo hizo en un estadio con más de nueve mil espectadores, el Lee Valley Hockey and Tennis Centre, las mismas instalaciones que acogieron hace seis años la competición de hockey de los Juegos Olímpicos de Londres.
Adrian Lock, que disfruta ya de unas merecidas vacaciones en la localidad inglesa de Leamington, coincide en que el partido por el bronce fue el mejor. “Supimos levantarnos tras caer de forma inesperada ante las irlandesas y jugamos un partidazo ante Australia. Fue nuestro mejor partido en el torneo y yo diría que es el mejor partido que hemos hecho desde que me hice cargo de la selección en el año 2013” señala el seleccionador, que piensa ya en la próxima concentración del combinado español, que llegará en el mes de octubre.
un antes y un después
Y es que este bronce marcará un antes y un después en el devenir de una selección española que tras quedarse fuera de los Juegos de Londres en 2012 fichó a Lock para hacer el necesario cambio generacional y enderezar el rumbo. “Yo entiendo esta medalla como un premio al enorme trabajo que veníamos realizando. El año pasado, en el Europeo, ya se vieron los primeros frutos. Hemos conseguido que España siga siendo muy fuerte en defensa, pero ahora además hemos mejorado en llegadas al área y en capacidad goleadora. No hay que olvidar que hemos sido la segunda selección que más goles ha conseguido en este Mundial. Otro de los aspectos que hemos mejorado ha sido nuestra capacidad de defender fuera del área”, explica el seleccionador femenino español.
La de Londres no es una medalla cualquiera. Se trata de la primera medalla que consigue el hockey femenino español en un Mundial. Hasta ahora, su mejor resultado era la cuarta posición que lograron en el Mundial de Madrid de 2006. Doce años después, el joven grupo de jugadoras que comanda Lock logró subir al podio. Cinco de las dieciocho internacionales son egarenses: Júlia Pons, Gigi Oliva, Carola Salvatella, Berta Bonastre y Carlota Petchamé. La medalla es la cuarta de la historia del hockey femenino español. La primera fue la de oro conseguida en Terrassa en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Llegaron posteriormente dos medallas de plata en los Europeos de Amsterdam 1995 y Barcelona 2003. Y ahora, quince años después, las españolas han vuelto a tocar la gloria con este valiosísimo bronce. Lock analiza así el Mundial: “Fuimos capaces de ganar a equipos tan importantes como Bélgica y Alemania y nos plantamos en las semifinales ante Irlanda. Queríamos estar en la final y perder en los “shoot-outs” supuso una decepción enorme. No sé si en una hipotética final hubiéramos sido capaces de plantarle cara a Holanda. En el duelo por el bronce nos decían que no teníamos opciones y les dimos un baño. El equipo supo digerir muy rápidamente la eliminación, cambió el chip y acabó colgándose el bronce de forma más que merecida”, apunta el técnico.
el octavo cetro holandés
En la gran final, Holanda no dio ningún margen para la sorpresa y avasalló a Irlanda por 6 a 0. Se trata del octavo cetro que las pupilas de Allyson Annan consiguen en las catorce ediciones que se han disputado de la Copa del Mundo femenina.
En el duelo por el bronce, España jugó un partido para enmarcar, con intensidad, presión, actitud, despliegue físico y un enorme poderío psicológico. Se impuso por 3 a 1 a las australianas y cerró el torneo con un balance de tres victorias, dos empates y dos derrotas. Fue muy superior a las “aussies”, que cayeron el sábado en una reñida tanda de “shoot-outs” ante Holanda, primera potencia mundial.
Este éxito sirvió para despedir a la defensa del Club de Campo Rocío Gutiérrez, que ha dejado la selección con 144 internacionalidades a sus espaldas. El resto siguen todas, incluida su capitana, la egarense Gigi Oliva, que está disfrutando de unas merecidas vacaciones en China. Es la internacional con más “caps”, concretamente 202. Más allá de la medalla y la alegría colectiva, sin embargo, el bronce español tuvo premio.
Y es que la Federación Internacional de Hockey (FIH) ha hecho público esta semana el nuevo ránking internacional femenino, que se ha actualizado tras la disputa de la Copa del Mundo de Londres. Gracias al tercer puesto conseguido por las jugadoras que prepara Adrian Lock, la selección ha ascendido desde la undécima hasta la séptima posición del ránking internacional. Ha subido cuatro posiciones, mientras que Irlanda, que se proclamó subcampeona, ha pasado de la decimosexta a la octava posición, justo por detrás de las españolas. España acumula actualmente 1.401 puntos, por los 1.330 de las irlandesas.
La primera potencia mundial sigue siendo Holanda (2.300 puntos), que se proclamó campeona del Mundo. Le sigue Inglaterra (1.748) y completa el podio Australia (1.640). Argentina es cuarta con 1.610 puntos, Alemania quinta con 1.551 y Nueva Zelanda sexta con 1.475 puntos. Tras España e irlanda, completan el “top ten” femenino las selecciones de India (1.138 puntos) y Corea del Sur (1.101).
las egarenses, decisivas
Las cinco jugadoras egarenses de la selección española tuvieron un papel protagonista. JúliaPons estuvo enorme atrás, Gigi Oliva mevió el equipo con brillantez desde la posición de mediocentro, mientras que las tres delanteras (Berta Bonastre, Carola Salvatella y Carlota Petchamé) resultaron decisivas en la generación de espacios y en la finalización.
Júlia Pons (CD Terrassa) y Carola Salvatella (Club Egara) destacan la importancia de esta medalla de bronce, pero especialmente del cambio de mentalidad que les aportará este éxito de cara al futuro. “Para mí, esta medalla es un premio tangible al esfuerzo que llevamos realizando desde el año 2013. Últimamente, los resultados no llegaban y eso nos desespraba un poco: Por eso la medalla en este Mundial es tan valiosa para nosotras”, explica la jugadora del CD Terrassa Júlia Pons. La internacional egarense añade “Hemos hecho un gran campeonato. Estoy muy orgullosa de todas mis compañeras. En la semifinal ante Irlanda no sacamos todo nuestro potencial, pero hubiéramos podido ganar. La clave para ganar el bronce fue la forma en que nos levantamos. En el duelo por el bronce hicimos uno de nuestros mejores partidos”, dice.
La delantera del Club Egara Carola Salvatella, por su parte, apunta: “El inicio fue complicado. Perder con Argentina fue un toque de atención. Nos dimos cuenta de donde estábamos. Tenemos un equipo muy unido y trabajador, que sabía perfectamente lo que quería”, señala. En relación al valor de este bronce, la delantera terrassense comenta: “Cuando haces las cosas bien pero los resultados no llegan cuesta mucho seguir confiando en el proyecto. Esta medalla demuestra que estamos en una buena línea. El bronce nos da una ilusión enorme para seguir trabajando pensando en Tokyo 2020. Es una recompensa enorme. Y ha llegado en un Mundial. No en un torneo menor”, explica.
Tras una primera fase irregular en que sólo ganó a Sudáfrica y cayó con Argentina y Alemania, la selección tuvo que afrontar la ronda de octavos de final como tercera del grupo “C”. Firmó un gran partido ante Bélgica, que se llevó en los “shoot-outs”. Y batió contra pronóstico a Alemania para meterse en semifinales por segunda vez en la historia. Cuando todo parecía más fácil, las de Adrian Lock fueron eliminadas en semifinales por una Irlanda que está cinco puestos más abajo en el ránking mundial. Fue quizás su peor partido, el único en que los nervios le han jugado una mala pasada. Pero en menos de 24 horas y prácticamente sin solución de continuidad, el combinado que prepara Adrian Lock pasó de la decepción más absoluto a la alegría desatada. No parecía nada fácil derrotar a la selección australiana (que cayó en semifinales por “shoot-outs” frente a la campeona, Holanda), pero el equipo avasalló a las “aussies” y se colgó el metal.
España pasa de la undécima a la séptima plaza en el ránking de la Federación Internacional