El fútbol de verano es fútbol de verano. Del que se ve en chanclas y bermudas. Por mucho que se le encaje en una competición oficial como la Copa de Catalunya, que parece dar mayor lustre a lo que no dejan de ser partidos de preparación para obtener la puesta a punto precisa con la Liga como objetivo, los partidos quedan almacenados en un contexto aún de pruebas, de conclusiones condicionadas por la falta de preparación donde el rendimiento inmediato queda casi desaconsejado. Pero este año, con San Cristóbal y Terrassa en la misma categoría, el derbi que regaló la Copa Catalunya a los aficionados terrassenses sirvió para magnificar el altavoz del significado de este partido. Cerca de mil aficionados llenaron el Camp Municipal de Ca n’Anglada en una jornada magnífica para el fútbol local, indicadora de lo que puede ser un año interesante en todos los sentidos para los dos equipos.
Ganó el Terrassa, cumpliendo el pronóstico más previsible, y parece que los dos equipos van a vivir la Liga en escenarios distintos. Pero dentro de la realidad de unos y de otros, el derbi dejó lecturas interesantes en los dos bandos. El Terrassa, por ejemplo, desplegó un fútbol de jerarquía y buen sentido colectivo en el primer período. Como siempre, quiso el balón y no rehuyó el papel de protagonista, con un Àlex Fernández que este año ha empezado en mejor forma que nunca y un Guzmán que da sentido a su fútbol. Entre los nuevos, Savall se presume como una garantía magnífica en defensa, en tanto que Jonatan Toledo se reivindica como aspirante a revelación de la temporada. Además, el Terrassa resolvió el partido en dos acciones a balón parado, confirmando que esa sigue siendo una de sus mejores armas en determinados partidos.
El San Cristóbal, pese a la derrota, visualizó a ojos de sus aficionados su condición de equipo de Tercera División. Apoyado de inicio en la estructura que le dio el ascenso, hizo del trabajo y del esfuerzo su mejor virtud. No decayó por el hecho de disponer del balón menos de lo deseado y supo ajustar un buen nivel de presión a la mayor capacidad técnica de su rival. Con algo más de gol podría haber extremado la dificultad al Terrassa en el segundo tiempo, pero en resolver su déficit en esa parcela puede estar una de las claves de la temporada.
Goles a balón parado
Porque la personalidad del equipo de Oliver Ballabriga no va a cambiar por medirse a rivales como los que se va a encontrar este año. Extremadamente competitivo, el conjunto parroquial salió decidido a situar el partido en una pelea entre iguales. Y en los primeros veinte minutos envió dos mensajes al Terrassa en forma de situaciones de peligro: la primera con un disparo de Cabrera a las manos de Ortega y la segunda con un remate de Aitor desde la frontal del área que salió por encima del marco. En ese período, el Terrassa contestó con una ocasión de Toledo, que envió por encima de la portería local un rechace de Adri a un potente chut de Àlex Fernández.
El Terrassa, en todo caso, fue quien tuvo mayor presencia en el juego. A través de su fútbol de posesión fue controlando el escenario y en dos acciones a balón parado resolvió la eliminatoria. El primer gol, en el minuto 26, nació en un lanzamiento de córner y lo anotó Savall, de cabeza, al aprovechar un balón rechazado por Adri en una magnífica intervención. Seis minutos después llegó el segundo gol, ahora originado en una falta lanzada por Àlex Fernández que cayó en los pies de Jonatan Toledo para superar la salida del portero parroquial. El Terrassa se adueñó del partido en ese tramo y en el minuto 37 Daisuke no acertó a culminar un contragolpe.
Menos intensidad
La segunda parte empezó con una gran ocasión de Nils Puchades, que llegó solo al área parroquial pero definió de forma deficiente. Esa acción fue la última de mérito del Terrassa en el plano ofensivo, en el minuto 54. A partir de entonces, su propósito fue no cometer ningún error que pudiese comprometer el resultado, en tanto que el San Cristóbal buscaba de forma desesperada la fórmula para marcar un gol que diese una nueva dimensión al partido. Y pudo hacerlo en un par de oportunidades, sobre todo en una de Mario en el minuto 55 que no acabó en gol debido a la magnífica intervención de Ortega.
El Terrassa FC se enfrentará en la segunda eliminatoria con el Cornellà, equipo que milita en Segunda División "B". Será en el Olímpic y seguramente el sábado por la noche
CP SAN CRISTÓBAL 0
TERRASSA FC 2
CP SAN CRISTÓBAL. Adri (Lledó, m. 46), Chechu (Prado, m. 46), Edu, Cristian (Álex Alba, m. 46), Karim, Sergi Martínez (Víctor, m. 46), Aitor (Adri Ruiz, m. 46), Kevin, Cabrera (Tom, m.68), Hassen y Mario (Vilajosana, m.68).
TERRASSA FC. Ortega, Pallàs (Yaya, m. 46), Sergi Valls, Savall (Dani Sánchez,m. 46), Guti, Guzmán, Àlex Fernández, Daisuke (Carreón,m. 63), Coro (Imaz, m. 46), Nils (Kako, m. 76), Toledo (Ferreira, m.63).
Árbitro. Óscar Carballo Vázquez. Amonestó a Guzmán y al entrenador del San Cristóbal, Oliver Ballabriga.
Goles. 0-1, minuto 26, Savall; 0-2, minuto 32, Toledo.