El consejo de administración del Terrassa FC ha resuelto aumentar de forma significativa el presupuesto de la próxima temporada con el propósito de conformar una plantilla de garantías para optar al ascenso de categoría. La decisión se apoya en una asignación que provendrá de los componentes del citado consejo, además de una ampliación de capital destinada a empresas que en los últimos tiempos han mostrado un interés en formar parte del accionariado de la sociedad anónima. Ese segundo punto abrirá la sociedad anónima a nuevos actores que hasta el momento no habían podido participar de la misma de forma tan directa. La operación se pondrá en marcha de forma inmediata y se está perfilando en todos sus extremos con el fin de fijar el capital social que saldrá a la venta para satisfacer las necesidades económicas de la primera plantilla de la temporada 2018-19. Lo que no se cubra con la participación de nuevos inversores será lo que asumirá el consejo.
"Vamos a dar un paso adelante. Es el momento de hacerlo, de realizar una apuesta importante y darle a Cristian los jugadores que nos pide. Hemos reforzado el proyecto para subir a Segunda B", ha manifestado Jordi Cuesta en relación a las últimas decisiones adoptadas. El Terrassa FC ha disputado las dos últimas promociones de ascenso, pero en ambas oportunidades ha fallado a la hora de dar el último paso. "Haremos una dotación económica importante, en función de lo que nos pida el entrenador."
Nuevo escenario
No hay que olvidar que esta última temporada el consejo de administración redujo de forma sensible el presupuesto económico en relación al ejercicio anterior, una circunstancia que no ha impedido al Terrassa clasificarse entre los cuatro primeros del grupo quinto. Pese a ello, Cristian García ha señalado en distintas oportunidades que la desigualdad de recursos en relación a otros equipos penalizaba al Terrassa a la hora de contar con futbolistas diferenciales, un déficit que se quiere paliar ahora con un presupuesto de mayor dotación.
Jordi Cuesta ha asumido el discurso del entrenador y entiende que hay que trabajar en esa línea. "Necesitamos jugadores que marquen la diferencia. Porque el objetivo es estar entre los tres primeros. El mensaje es claro y rotundo al respecto." El presidente entiende que el dinero debe estar en el campo. "Tengo la obligación de llevar al Terrassa a Segunda B", señala en relación a ese mensaje inequívoco. Cuesta espera que la ampliación de capital tenga una buena acogida y se sumen al proyecto nuevos actores. "Hay pequeñas empresas que se han mostrado interesadas en participar. Queremos que el nuestro sea un proyecto de ciudad, por eso precisamos esa colaboración."
La decisión se adoptó en un consejo de administración de urgencia que se desarrolló el pasado viernes, con la participación de los accionistas de mayor peso en la gestión del club. Es decir, el presidente, Jordi Cuesta, y los consejeros Gaspar Alomar, Ildefons Doblas y Antonio García. Cuesta maduró la idea después de una semana especialmente complicada tras la eliminación de la promoción de ascenso a Segunda División "B" a manos del Compostela. La derrota contra el conjunto gallego supuso un duro golpe para el máximo responsable de la entidad, que entendía que el equipo tenía serias posibilidades de abandonar la Tercera División de una vez. La continuidad en esa categoría suponía no sólo un serio contratiempo deportivo, sino también un revés económico al verse frustradas algunas operaciones que la entidad tenía previsto poner en marcha en caso de obtener el ascenso. Las conjeturas en relación al futuro del presidente se dispararon en todas las direcciones, apoyándose las más catastrofistas en alguna oferta de venta de la entidad que había aparecido en el transcurso de las últimas semanas pero sin recorrido por la escasa credibilidad de su interlocutor. Sin olvidar que la dureza de las críticas al equipo y a la gestión del presidente que se produjeron en las redes sociales afectaron muy seriamente a Cuesta. Además, las dudas tomaron más cuerpo al conocerse que Cristian García tenía encima de la mesa un par de ofertas que podían comprometer su continuidad en el club a pesar de tener su renovación resuelta.
Sin embargo, los apoyos recibidos por el presidente por parte de sus colaboradores más directos y, sobre todo, de su entorno familiar más íntimo, enterraron cualquier intención de dar por acabada su etapa al frente del Terrassa. Cuesta dijo al llegar al club que iniciaba un proyecto de cuatro años y piensa cumplir el libro de ruta trazado. Otra cosa será lo que pueda ocurrir al final de la próxima temporada, momento en el que él mismo ha señalado que deberá hacer balance antes de resolver si continúa adelante o pone fin a su etapa.
Cristian, comprometido
El jueves por la noche, Cristian resolvió su situación personal después de entrevistarse con el presidente, quien le trasladó su propósito de darle las herramientas precisas para construir una plantilla con las suficientes garantías. Ese mensaje, en clave de futuro y con planes ambiciosos, acabó con la incertidumbre generada alrededor del futuro del proyecto de Jordi Cuesta al frente del Terrassa FC, a la vez que Cristian confirmó sin ambigüedades su disposición a seguir comandando la parcela técnica. Ese mismo día ya trasladó al Nàstic de Tarragona su decisión de seguir en el Terrassa, dado que el club tarraconense le había propuesto hacerse cargo de su filial, la Pobla de Mafumet.