Tres partidos de “play off” y tres victorias. 270 minutos de “play off” y ningún gol en contra. Dos encuentros en casa y casi nueve mil espectadores en el Camp Olímpic. Las cifras del Terrassa FC son impecables en lo deportivo y en lo social. La promoción lo ha regenerado todo, ha revitalizado a un equipo con más vigor y más fútbol que nunca y ha enterrado las estampas tristes de una grada vacía durante muchas Ligas, demasiadas para una entidad de este calado. El “play off” es otra cosa en todo y al equipo de Cristian García le va como un guante, ambicioso como nadie y con una personalidad arrolladora cuyo único propósito es regresar a la Segunda División “B” de forma inmediata. Liquidado de forma ejemplar el compromiso contra el Mar Menor, el primer asalto ante el Compostela tuvo un desenlace inmejorable. Se obtuvo una renta de dos goles, no se encajó ningún tanto y sobre el terreno de juego fue el Terrassa quien dejó mejores sensaciones. El próximo fin de semana, los egarenses tomarán el camino de Santiago en dirección a la última estación hacia el ascenso.
Terrassa vuelve a vibrar con el fútbol
A cada eliminatoria que pasa, el factor emocional crece alrededor del Terrassa FC. La afición se ha percatado de que esta puede ser una temporada especial, la del regreso a la Segunda División “B”, y pocos quieren perderse la oportunidad de vivir un episodio tan significado. Si contra el Mar Menor acudieron unos 3.500 aficionados al partido inaugural de la promoción, este domingo se incrementó la cifra y más de 4.500 personas convirtieron el estadio en un magnífico escenario, muy alejado de la tradicional frialdad de los partidos de la Liga regular.
Pero no sólo el cambio se ha producido en la cantidad de espectadores, sino también en el sentir de la afición. La gente disfruta con el fútbol que propone el equipo de Cristian García y la confianza en sus posibilidades deportivas parece ilimitada.