Dijo Cristian que los “play off” se ganan desde las emociones más que desde el fútbol. Unas emociones que en los últimos tiempos habían superado a sus futbolistas, escondiendo las mejores virtudes de un equipo que en muchos momentos de la temporada había combinado de forma ejemplar estética y resultados. Este domingo, en el estreno en la promoción de ascenso contra el Mar Menor, el técnico del Terrassa apeló a las emociones de su vestuario desde la versión más lúdica de ese escenario, intentado modular los excesos de los últimos partidos: “Salir y disfrutar”, vino a decir en un discurso marcadamente cruyffista. El mejor fútbol del Terrassa fluyó en determinados momentos, fundamentalmente en el primer período, hasta que la cabeza se impuso al corazón. Y la emoción dejó paso a la razón. Ganar, no recibir ningún gol y sentar una base interesante sobre la que trabajar en el partido de vuelta fueron las premisas sobre las que se sustentó el Terrassa de la segunda parte, inquieto ante la posibilidad de que el plan trazado pudiese tener inconvenientes. Y en base a esa corriente controlada de flujos emocionales, el Terrassa resolvió de forma positiva su estreno en la promoción con un resultado que, sin embargo, deja la eliminatoria por decidir en San Javier el próximo domingo.
“Corazón caliente, cabeza fría” fue quizás la frase que se escribió en la pizarra del vestuario o en el perfil del grupo de whatsapp de la plantilla, empeñado todo el mundo en borrar las inseguridades del pasado más reciente y en restituir una madurez que no siempre ha sido la mejor virtud de este equipo. Al amparo de una grada enardecida como pocas veces, el Terrassa arrancó a todo trapo, buscando un gol madrugador que obligase al Mar Menor a trazar un plan distinto al que había trabajado. Cristian recuperó la defensa de cuatro, con Amantini como mariscal restituido y Yayá en el lateral derecho, ubicó a Daisuke en la banda derecha desde donde desequilibró de forma ejemplar en todo momento, concedió mando a Fran Piera en la posición de media punta y de forma inesperada relevó a Àlex Fernández por Jonathan Ferreira con el fin de hacer más fluido el tránsito del balón en el centro del campo.
En seis minutos, el Terrassa generó tres situaciones de interés en el área del Mar Menor: un remate de cabeza alto de Toro a centro de Nils, un disparo de David López por encima del travesaño y una chilena de Fran Piera que no encontró portería. El fútbol dinámico, fresco, ofensivo y cautivador de los egarenses hacía presagiar una tarde para el disfrute. Y las sensaciones en esa dirección quedaron corroboradas después del 1 a 0, que se produjo en el minuto 22 gracias a un penalti sobre Daisuke que transformó David Toro. El japonés del Terrassa se inventó una magnífica acción desde su costado y cuando entró en el área fue derribado por un defensa murciano. Toro confirmó su estado de gracia y marcó por tercera jornada consecutiva.
Pausados
El vértigo dio paso a la pausa y el fútbol del Terrassa se racionalizó. Los egarenses calmaron el ambiente a través de la posesión, bajaron las pulsaciones y se reconciliaron con el balón, tan alejado de su realidad en los últimos tiempos. Reguladas sus embestidas, la paciencia se convirtió en su mejor arma para buscar el segundo gol sin excederse en los riesgos. Toro, en el minuto 31, pudo haber ejecutado el plan perfecto pero su buen disparo desde la frontal del área rozó el poste. El Mar Menor confirmó su buena estructura defensiva y dificultó las acciones de los locales, aunque en ataque anduvo poco ambicioso y sólo dispuso de una oportunidad, por mediación de Valdeolivas, que abortó Ortega.
Ese buen control escenográfico se alteró en el segundo período, con un Terrassa menos equilibrado en el que prevaleció como plan prioritario no recibir ningún gol. Aunque fue Daisuke en el primer minuto de la reanudación quien generó la primera ocasión de peligro, el Mar Menor asumió un papel distinto y mostró un talente más ofensivo que en la primera mitad, aunque con las precauciones que imponía un resultado que podía ser letal en caso de verse ampliado. El Terrassa tuvo una segunda presencia en el área en una contra de Fran Piera en el minuto 68 que no pudo resolver de forma positiva. Cristian dio más piernas a su equipo en el tramo final, con la aparición de Carreón y Àlex Fernández, entendiendo que el partido no estaba para insensateces. Los visitantes generaron más sensación de inquietud que peligro real, aunque en tres córners consecutivos en el tramo final obligaron a aparecer a Ortega.
TERRASSA FC 1
MAR MENOR FC 0
TERRASSA FC. Ortega, Yayá, Amantini, Sergi Valls, David López, Guzmán, Ferreira, Fran Piera, Daisuke, Toro y Nils. Carreón suplió a Fran Piera en el minuto 73; Àlex Fernández a Toro en el 84; y Raúl Torres a Daisuke en el 89.
MAR MENOR FC. Juanjo, Dani Ruiz, Iñaki, Txiki, Juanma, Pipi, Valdeolivas, Borja Gil, Belencoso, Nono y Ramón Marín. Paco Salas suplió a Ramón Marín en el minuto 72; Monti a Borja Gil en el 81; y Manu a Valdeolivas en el 87.
Gol. 1-0, minuto 22, David Toro, de penalti.
Árbitro. Carlos Aranda Anquela, del comité aragonés. Amonestó a Juanma, Pipi y Nono.
Público. Unos 3.500 espectadores en el Camp Olímpic.
