El ascenso a Lliga Catalana se perseguía hacía nueve años pero no se llegaba a la línia de meta. En las dos últimas temporadas, el Handbol Terrassa había alcanzado una insuficiente cuarta posición en la tabla clasificatoria. Algunos de los integrantes del equipo, encadenaban nueve temporadas sin el éxito ansiado, desde que, al finalizar el último, en 2009, se consumara el descenso a Primera Catalana. Pero en un inusual martes por la noche, ante la mirada de pasión de un pabellón de Can Jofresa hasta los topes, el conjunto egarense se encaramó firme, y clavó la bandera en la cumbre.
"Es una emoción enorme. Han sido nueve temporadas, ha pasado por aquí mucha gente y había muchas ganas", manifestó el presidente y jugador, Ricard Guardeño. Sobre esta dualidad, explicó que "se vive de muchas maneras, pero por encima de todo, se vive de forma emocionante".
Como presidente, Guardeño comentó que el ascenso representa una necesidad, por lo que respecta a abrir más posibilidad para los posibles patrocinadores, pero también "para dar más competitividad al equipo". Además, para los jugadores de la cantera, se abre un nuevo ciclo y opciones de jugar en una categoría más alta y evitar tentaciones de equipos cercanos pero mejor situados.
"Es un salto muy grande para nosotros, después de nueve años, y es un sueño que nos lo merecíamos", señaló el presidente. Lo que está claro es que la apuesta será por la continuidad. "No queremos hacer grandes incorporaciones. Mantenemos a Andrés Expósito como entrenador, pero sí que hay tres o cuatro posiciones que queremos reforzar. Nos falta gente zurda, un lateral y puede que un pívot. Este equipo está preparado para competir en Lliga Catalana ", aseguró.
Para Guardeño, el secreto de este año ha sido "hacer más piña, hacer más equipo, y apostar por la continuidad del grupo" y añadió que "queremos contar con gente de la casa y no hemos apostado por traer gente de fuera" . Además, considera que preservar el carácter local del conjunto, colabora a aumentar con gente joven a la afición.
"El hecho de que muchos de los jugadores sean entrenadores de los equipos inferiores ayuda a que las gradas siempre estén llenas, porque los niños quieren ir a ver jugar a su entrenador", afirma el presidente y jugador del Handbol Terrassa, que tiene claro que "ser una gran familia" ha sido clave.
"Llevamos toda la temporada luchando por conseguir este objetivo y son muchos años quedándonos a las puertas y, por fin, hemos cumplido un sueño", explicó el portero, Albert Riera.
Agradecido a la afición
Sobre el apoyo de la afición, comentó que "no tenemos ninguna queja de ellos" y añadió que "siempre se ha portado muy bien, incluso han venido a los partidos de fuera, y siempre que los hemos necesitado, han estado a nuestro lado". Riera manifestó que "somos un club de gente de la casa, y la temporada que viene hemos de seguir igual".
A falta de la disputa del último encuentro de la Liga, el conjunto egarense ha disputado 29, con un balance de 20 triunfos, 3 empates y seis derrotas. Los registros goleadores son de 891 tantos a favor por 720 en contra, lo que arroja una diferencia favorable de 171 goles, cifra muy superior a la que ostenta el líder destacado, el KH-7 BM Granollers "C", que tiene un superávit de 122 tantos a su favor.
El Handbol Terrassa, máximo anotador del grupo, en caso de ganar al Cardedeu este domingo en el pabellón de Can Jofresa, se asegurará la segunda plaza de la clasificación y sumaría 45 puntos en total. Este partido, además, servirá como celebración por el éxito que se ha cosechado.