La afición del Terrassa FC vivió una jornada histórica este domingo en el estadio de Els Canyars, en Castelldefels, donde los egarenses obtuvieron la clasificación para el “play off” de ascenso a Segunda División “B” en una agónica última jornada de Liga. Ese escenario pasa ya a la historia del terrassismo, igual que lo hizo el campo del Cerdanyola en dos ocasiones en los últimos años. Unos cuatrocientos seguidores se desplazaron para dar su apoyo al equipo en un partido en el que estaba obligado a puntuar a la espera de un tropiezo de la Pobla de Mafumet en el campo del Espanyol “B”. La derrota del filial del Nàstic combinada con el empate del Terrassa en el minuto 87, gracias a un gol de penalti de Toro, desató la euforia de los seguidores del Terrassa tras un partido taquicárdico que se resolvió de forma favorable cuando se dibujaban los peores augurios.
A la conclusión del encuentro, las emociones se apoderaron de los protagonistas. El presidente, Jordi Cuesta, no pudo reprimir las lágrimas de emoción en el palco, mientras que Cristian García, el entrenador, también daba rienda suelta a la emoción rodeado de seguidores y abrazado por sus futbolistas. En el vestuario, la mayor parte de los protagonistas pasaron por la ducha, incluido el presidente. Entretanto, la afición lanzaba al aire su convencimiento de que este año, por fin, se va a conseguir el ascenso de categoría.