"Si llegamos a los doce asaltos será difícil que gane a los puntos en Italia." Así lo expresó antes de viajar hacia Roma Mustafá Chadlioui, el púgil terrassense que el viernes por la noche perdió a los puntos ante Orial Kolaj en la capital italiana en el combate valedero para el título de la Unión Europea del peso semipesado. El vaticinio de Musta se cumplió del modo más cruel, dado que el púgil terrassense superó a Kolaj de forma clara en un combate extraordinario, más propio de otras épocas y con escenas de auténtica epopeya deportiva. Pero de poco le sirvió a Musta el esfuerzo, la lección de boxeo que ofreció y su indiscutible superioridad, dado que los jueces dieron el triunfo a los puntos al italiano en una decisión inverosímil que ha generado una verdadera oleada de críticas.
"Somos los campeones. Lo que sucede es que le dieron el cinturón a ellos", ha manifestado el preparador de Musta, Aurelio Torres. "Sabíamos que era difícil ganar a los puntos en Italia, pero no podíamos imaginar que se llegase a tanto después de la superioridad enorme que demostró Musta. Lo que ha quedado claro es que Terrassa tiene un boxeador de talla mundial que puede ganar a cualquiera."
Quieren ver el antidoping
Aurelio Torres no sólo pone en duda la decisión de los jueces, sino también los métodos del equipo de Kolaj. Y sospecha que el italiano podría haberse beneficiado de alguna ayuda no reconocida. "Recibió un castigo enorme y acabó muy mal, en el hospital. No puede ser que un hombre normal encaje lo que encajó él. Veremos qué dice el control antidoping."
Musta realizó un combate legendario desde el primer asalto, en el que un cabezazo de Kolaj le provocó una brecha en la ceja que le supuso un hándicap durante todo el combate. Sabedor que una victoria le podía abrir las puertas del Campeonato de Europa absoluto, no ahorró ni esfuerzo ni boxeo. A su habitual potencia a la hora de golpear añadió una buena esgrima, buena capacidad estratégica y una ambición sin límites. Fue a buscar el KO y encontró vías de entrada de forma constante. El castigo sobre Kolaj resultó tan demoledor como la capacidad de resistencia del italiano de origen albanés, con escenas más cercanas a una realidad cinematográfica que del boxeo moderno. Musta lo intentó de forma constante y en el noveno asalto tuvo a Kolaj al borde del final, pero la campana salvó al púgil local antes de doblar la rodilla.
Musta acabó roto físicamente por su afán constante en ir a buscar al rival, pero apenas perdió un par de los doce asaltos del combate. Los golpes de Kolaj no le hicieron daño, mientras que cada uno de los suyos resonaba como un martillo en el rosto del italiano. Por ello, cuando los jueces levantaron el brazo de Kolaj al final del combate, la incredulidad se apoderó de todos los componentes del equipo de Musta.
Feliz pese a la derrota
Musta se escuda en un discurso prudente a la hora de analizar lo ocurrido. Califica el veredicto como "injusto" pero se ahorra calificativos de mayor denuncia. "Me gustaría saber qué puntuaron los árbitros para darle la victoria a él. Pero estoy satisfecho porque toda la prensa internacional me ha visto como ganador. Eso también reconforta."
Musta tiene clara la lectura de esta aventura. "Él ganó el combate pero yo me he ganado al público", señala. Y añade que la capacidad de Kolaj para encajar los golpes que recibió es inaudita. "No sé cómo pudo aguantar. Es impresionante, me quito el sombrero. Le pegué en todos los sitios buscando el golpe definitivo, pero se mantuvo en pie. Fue un combate histórico." Musta añade que lo más lógico hubiese sido que el árbitro detuviese el combate. "Ningún boxeador debe recibir un castigo así. Los árbitros deben ser muy cuidadosos en ese aspecto."
De cara al futuro, confía en aspirar de nuevo al título de la Unión Europea. "En el mismo ring le pedí la revancha, pero no le ví muy dispuesto. Lo más lógico es que la EBU obligue a una revancha inmediata y yo fuese el primer aspirante."
