Terrassasport 2001 SL, la empresa que gestiona y explota el centro deportivo Terrassasports ubicado en el Àrea Olímpica y tutelado por la Fundació Terrassa FC, ha presentado un concurso voluntario de acreedores que ha sido aceptado por el Juzgado Mercantil número 7 de Barcelona. Al tratarse de un proceso voluntario, la empresa concursada conserva las facultades de administración y disposición sobre su patrimonio, aunque quedan sometidas a la intervención del administrador concursal, que en este caso es Luis García Martínez. Pese a que ningún portavoz de la empresa se ha pronunciado al respecto, fuentes cercanas han señalado que esta medida no se ejecuta en base a una mala situación económica sino con el fin de blindarla ante posibles escenarios de futuro que pudiesen perjudicar su viabilidad y que se derivarían del conflicto que la Fundacío y el Ayuntamiento mantienen a raíz de la imposición de un cánon económico por la explotación de las instalaciones en unos terrenos municipales.
El concurso de acreedores, en términos genéricos, supone una herramienta para hacer frente a la crisis empresarial derivada de problemas de liquidez, en una situación en que la empresa tiene un patrimonio pero no dispone de tesorería o dinero en efectivo. El objetivo es intentar que la empresa que se encuentra en esta situación pueda resultar viable en un futuro a corto plazo.
La decisión de Terrassasports guarda una relación directa con el conflicto que la Fundació Terrassa FC, de la que forma parte, mantiene con el Ayuntamiento desde hace años. La administración municipal impuso a la Fundació una cuota mensual de 24.700 euros por el uso de los terrenos donde se asienta la instalación deportiva y que son de titularidad municipal. La Fundació entiende que la cifra no se ajusta a una realidad de mercado, recuerda que fue ella quien pagó las instalaciones y añade que la aplicación del citado canon vulnera los acuerdos iniciales de cesión de los terrenos. Ese conflicto tiene un recorrido judicial cuya primera sentencia fue favorable a la decisión del Ayuntamiento. El posterior recurso de la Fundació está aún pendiente de resolución.
Conflicto
En base a esa realidad jurídica, el Ayuntamiento aplicó a partir de mayo de 2016 un embargo sobre las cantidades transferidas por el Terrassasports a la Fundació por el alquiler de las instalaciones, que asciende a 5.000 euros mensuales. Esa cantidad no cubre el canon impuesto ni tampoco la deuda existente desde su imposición (unos dos millones de euros).
El objeto de este concurso voluntario sería el de blindarse ante futuras actuaciones. El proceso concursal que se inicia ahora impide que se puedan ejecutar aciones contra Terrassaport 2001 SL. Dado que la empresa es responsable subsidiario de la deuda de la Fundació con el Ayuntamiento, podría ver intervenidas, por ejemplo, las cuotas de sus asociados. Con el concurso voluntario se preserva el funcionamiento del centro deportivo.
Una de las derivadas importantes de este conflicto afecta de forma directa a la Unió de Futbol Base Jabac i Terrassa, que también forma parte de la Fundació. El presidente del club, Carles Mota, convocó esta semana a los técnicos de sus equipos para explicarles la situación actual después de las últimas decisiones tomadas. El club entiende que sus recursos económicos, dependientes en buena medida de la Fundació, corren peligro y con ello la viabilidad de su propia actividad. El club considera que su existencia no estaría garantizada ante los problemas económicos que se producen por este conflicto. El Jabac señaló en su cuenta de Twiter, en el que detallaba que la reunión se había producido para informar de la situación "a consecuencia de los ataques indiscriminados y violentos del Ayuntamiento contra la economía de nuestra entidad".
