Los estados emocionales de los equipos de fútbol suelen marcar en gran medida sus actuaciones y sus trayectorias. La historia está repleta de fracasos sustentados en crisis del estado de ánimo que han ocultado virtudes deportivas incuestionables. Algo de eso le pasó al Terrassa hace poco cuando estuvo más de un año sin ganar fuera del Camp Olímpic, una racha que se llegó a convertir en una obsesión, y estaba en vías de repetirse ahora con la reiteración de empates y su consecuente afectación en la tabla clasificatoria, donde sumar de uno en uno penaliza de forma superlativa. El entrenador del Terrassa, Cristian García, tiene entre sus virtudes no esconderse en discursos absurdos que nieguen las evidencias y ya esta semana había admitido que era imprescindible salir de ese círculo vicioso en que se habían convertidos los partidos de su equipo para escapar de las consecuencias que todo ello podían tener en el estado de ánimo y de confianza de sus futbolistas.
El Terrassa consiguió romper esa dinámica de empates en uno de los partidos que no computará entre los mejores de la Liga. Pero cuya trascendencia en el desarrollo de la temporada puede resultar más determinante si el equipo acierta a sobreponer sus virtudes por encima de sus defectos en el futuro más inmediato, ahora que el calendario da un cierto respiro y que se dan las circunstancias adecuadas para ganar altura en la clasificación.
Que el Terrassa estaba penalizado por sus propios resultados saltó a la vista en el segundo período del partido de Granollers. Después de una primera parte notable, con control del juego y ocasiones suficientes para sentenciar, al equipo le pudo la ansiedad. Conforme pasaban los minutos el miedo a recibir un gol que supusiese otro empate se acrecentaba y eso se tradujo en inseguridad, imprecisión y angustia. El reflejo posterior de la victoria en el ánimo de los jugadores escenificó del mejor modo posible lo importante que era este partido.
Liberados
Cristian García era consciente de lo que había en juego y de la dificultad de un partido que desde el exterior se veía como muy asequible. Pero ni la trayectoria reciente del equipo ni los antecedentes de las últimas temporadas significaban una garantía, por lo cual modificó el dibujo habitual y ordenó a su equipo en torno a un 4-4-2 con el que buscó un mayor equilibrio colectivo. Dejó fuera de la alineación a futbolistas habituales como Dani Sánchez, Nils o Daisuke y dio entrada a Jonathan Ferreira, Amantini y Fran Piera en relación a su última alineación. Xavi Civil y Fran Piera ocuparon las posiciones de ataque y Yayá regresó al lateral derecho después de semanas en el eje de la defensa.
Aunque el fútbol del Terrassa fue menos efervescente que otros días, el primer tiempo de los egarenses fue notable. El balón estuvo en sus botas, marcaron el ritmo más conveniente y se produjeron situaciones de peligro suficientes para haber obtenido una renta consistente. En los diez primeros minutos, Fran Piera y Xavi Civil ya pudieron haber inaugurado el marcador. La pareja de ataque del Terrassa mantuvo su producción en otro remate de Fran Piera en el minuto 20 que salió desviado y en una nueva aparición de Civil que también anduvo cerca del gol. Amantini, en un par de córners, se erigió en otro de los elementos de mayor peligro en las filas egarenses. La falta de efectividad del Terrassa ante el marco contrario empezaba a desesperar a todo el mundo. Hasta que a tres minutos del descanso Jonatham Ferreira cazó un balón en el área y conectó un magnífico disparo que se introdujo en el marco del Granollers.
Paso adelante local
Pero el segundo tiempo tuvo un desarrollo distinto. El Granollers asumió una mayor responsabilidad con el propósito de no dejar escapar los tres puntos y empujó a los egarenses hacia su área. Ortega tuvo que aparecer en el minuto 51 para resolver un buen remate en plancha de Javi Sánchez y Samu envió un balón al exterior de la red del marco egarense en el minuto 55.
Cristian varió el dibujo. Pasó al 4-3-3 y con ello apagó momentáneamente el incendio. El partido, en todo caso, quedó desgobernado porque al Terrassa le faltó tiempo de posesión con el balón. Se sintió incómodo ante el talante de un Granollers más atrevido y entonces le aparecieron todos los miedos que generan cinco empates consecutivos. Fran Piera, en todo caso, tuvo la oportunidad de resolver el partido en una monumental jugada individual que no acabó en gol gracias a la espectacular aparición de Víctor Colchero. Después, Jonathan Ferreira tuvo otra buena oportunidad para sentenciar.
El encuentro, además, tomó un talante extraño debido a los errores del colegiado. Navarro García perdonó la segunda tarjeta a Sergi Valls en el minuto 70 y después también dejó sin sancionar con tarjeta un claro agarrón de Àlex Fernández. Todo ello enardeció a la grada y al Granollers, en tanto que el Terrassa pensaba ya demasiado en la posibilidad de que le empatasen. Sin embargo, esta vez no fue así.
El centrocampista anotó el tanto del triunfo y marcó su primer gol de la temporada. Se suma, de este modo, a la extensa lista de goleadores del Terrassa que está formada por 13 jugadores. Raúl Torres es el máximo realizador con 4 tantos.
El Terrassa FC ha invitado a todos los equipos de la Associació de Clubs de Futbol de Terrassa i Comarca al partido de mañana contra el Sant Andreu. Los componentes de los equipos formativos de los mismos tendrán la entrada gratuita.
EC GRANOLLERS 0
TERRASSA FC 1
EC GRANOLLERS. Víctor Colchero, Mur, Eloi, Fran Fuentes, Héctor, Ricky, Javi Sánchez, Aimar, A. Arenas, Samu Obeng y Marc García. Joel Brey sustituyó a Ricky en el minuto 64; Alejandro a Héctor en el 76; Carrillo a Arenas en el 83.
TERRASSA FC. Ortega, Yayá, Amantini, Sergi Valls, David López, Àlex Fernández, Guzmán, Ferreira, Raúl Torres, Xavi Civil y Fran Piera. Daisuke suplió a Civil en el minuto 58; Nils a Raúl Torres en el 73; Dani Sánchez a Jonathan Ferreira en el 85.
Árbitro. Juan Antonio Navarro García. Amonestó a Héctor, Ricky, Joel Brey, Marc García, Sergi Valls, Raúl Torres.
Gol. 0-1, minuto 42, Jonathan Ferreira.
