El portero del Terrassa FC, Jose Ortega, ha tenido que adaptarse esta temporada a un nuevo estilo futbolístico en el que el papel del guardameta no sólo tiene una función defensiva, sino que gana protagonismo a la hora de ser un futbolista más en la creación desde las posiciones de retaguardia. Ortega no ha sido un portero que se haya distinguido por tener un buen juego de pies, un aspecto que, sin embargo, ha mejorado de forma sustancial. Su objetivo es mantener esa progresión y adoptar el papel que le pide el técnico, Cristian García.
"Si quieres crecer como portero tienes que adaptarte a lo que te diga el entrenador", señala Ortega en relación a un escenario distinto al que estaba acostumbrado. "Al principio tenía miedo a fallar. Pero ganas seguridad cuando ves la confianza que te da el entrenador. Ya contamos con la posibilidad de que se pueda producir un error y eso te da más tranquilidad cuando debes tomar decisiones." En su opinión, participar en el juego del equipo también en las tareas de creación es estimulante. "Estas más metido en el partido porque constantemente tocas la pelota. Yo creo que es mucho mejor que estar 80 minutos sin hacerlo."
Proceso de mejora
En esa dirección, Ortega admite que está trabajando de forma especial el juego de pies. "A nivel individual es importantísimo mejorar en esta faceta. Noto que estoy creciendo en un aspecto que antes no trabajaba nada. Aprender y crecer como jugador es la mayor alegría que puedes tener."
A nivel defensivo, el nuevo modelo futbolístico del Terrassa tiene un reflejo en sus estadísticas defensivas derivadas de los mayores riesgos que asume el equipo en esa parcela. Hay que recordar que la temporada pasada, el conjunto egarense fue el menos goleado de la competición con 26 tantos en contra en 38 partidos. Esta temporada la tendencia es distinta, habiendo encajado 8 goles en 7 encuentros. "Es muy difícil igualar esos números. El estilo es distinto, el juego era diferente. Estuvimos muy bien en defensa y costaba mucho hacernos un gol. Este año proponemos un fútbol muy vistoso que tiene unos riesgos porque nos generan más oportunidades."
Dentro de esa buena dinámica defensiva, Ortega batió la temporada pasada el récord de imbatibilidad de la historia del club. Estuvo ocho partidos consecutivos sin encajar ningún tanto. "Es muy difícil repetir ese récord. Cuando acababa los partidos y veía la portería a cero me sentía feliz, aunque la gente te pedía otra semana más. Pero eso cuesta mucho, ocho partidos sin encajar un gol es algo muy complicado. Quizás en aquel momento no era consciente de lo que significaba porque estás metido en el trabajo. Cuando te rompen el récord es cuando te pones a pensar en él y te das cuenta de lo que hemos hecho. Esta temporada sólo he dejado la portería a cero en una oportunidad, con eso queda todo dicho."
Su propósito, en todo caso, es más colectivo que individual. Ortega ha disputado ya dos promociones de ascenso con el Terrassa FC y aspira a la tercera. "Siempre hemos hablado de la ilusión que tenemos por volver a estar entre los cuatro mejores. Aunque el domingo tuvimos un pequeño tropiezo, seguimos siendo candidatos".
