Tras una excelente primera temporada en que las opciones de ascenso llegaron a ser tremendamente plausibles, el entrenador Oliver Ballabriga afronta su segundo reto consecutivo al frente de un San Cristóbal que cuenta con ocho novedades en una plantilla que presenta una media de edad de solamente 24 años. Cómodamente asentado en Primera Catalana, el conjunto parroquial va adquiriendo cada vez más peso y esta temporada se ha propuesto volver a pelear con los equipos de la parte alta de la clasificación. Subir a Tercera División no es ninguna obligación. Ni siquiera un objetivo. Pero sí un bonito sueño para el conjunto del barrio de Ca n’Anglada. Ni Ballabriga ni sus futbolistas descartan nada.
Encuadrados en el grupo segundo de Primera Catalana, los terrassenses debutarán en la competición liguera mañana a las seis de la tarde en el campo del Viladecans, sin duda un rival complicado, especialmente cuando actúa como local. Tampoco lo tendrán fácil en las siguientes jornadas, ya que tras recibir en casa al Sants barcelonés visitarán al Almacelles y cerrarán este mes de diciembre recibiendo a otro de los grandes de la categoría, el conjunto del Balaguer.
Un grupo complicado
No es nada sencillo el grupo del San Cristóbal, que deberá afrontar desplazamientos complicados, como Andorra, Rapitenca, Tortosa, Valls, Lleida “B”, Alpicat, Almacelles y Borges Blanques. En esta categoría, el primer clasificado subirá directamente, mientras que el segundo disputará la promoción de ascenso ante el segundo del otro grupo en una eliminatoria a doble partido.
Ballabriga afronta la temporada con indisimulada ilusión: “Es evidente que en el grupo hay equipos con más presupuesto y nombre que nosotros. Se trata de equipos que parecen llamados al ascenso. Queremos consolidarnos en la categoría, pero lucharemos para estar lo más arriba posible”, comenta el preparador parroquial.
Mantener el bloque
Una de las grandes virtudes del San Cristóbal ha sido mantener el bloque que tan buen rendimiento le dio la temporada pasada, en que estuvo flirteando con el ascenso hasta el tramo final de la Liga. Si en el pasado ejercicio se acometió una profunda remodelación y sólo continuaron ocho futbolistas, esta temporada se han realizado ssolamente ocho fichajes. “Tenemos más profundidad de banquillo y los jugadores tienen mayor experiencia para competir en Primera Catalana. Hemos detectado lo que nos faltaba y hemos fichado en función de eso”, comenta el entrenador.
Los parroquiales han realizado una excelente pretemporada, con cuatro victorias, tres empates y una sola derrota, ante el Prat, de Tercera División. Pero la hora de la verdad llegará mañana. Y será ante el equipo que menos tantos encajó la temporada pasada. “El Viladecans es un rival muy complicado en su campo. Son tremendamente intensos y nos costará sacar algo de allí. Es un equipo bastante parecido al nuestro”, apunta Ballabriga.
Para el duelo inaugural de mañana, el San Cristóbal presenta tres bajas. No podrá contar todavía con los centrocampistas Joan Muntada y Josep Casasayas ni con el delantero Marc Vilajosana, que ha llegado junto a Xapi Arnau procedente del Terrassa. Los dos primeros podrán debutar sin problemas ya en la segunda jornada ante el Sants, mientras que a Casasayas le queda todavía un mes por delante tras sufrir una gravísima lesión de ligamentos cruzados.