La cena anual del hockey catalán fue la escenificación perfecta del traspaso de poderes entre el anterior presidente de la Federació Catalana, Narcís Carrió, y el actual, Xavi Adell. El restaurante del Júnior reunió a 155 comensales, que acudieron a despedir al que fue presidente de la máxima institución del hockey catalán, un Narcís Carrió que, emocionado por cerrar su trayectoria en casa, dio el testigo a un Xavi Adell que ofreció en su discurso un perfecto resumen de lo que pretende que sea su mandato: diálogo, trabajo y modernización.
La cuadragesimonovena edición del Sopar del Hockey Català fue un punto de encuentro de los catorce clubs, desde los más poderosos, como Atlètic, Egara y Polo, a los más modestos, como Sant Andreu o Sarrià. Sus directivos, técnicos y jugadores acudieron fieles a la cita para despedir a Carrió y dar la bienvenida a Xavi Adell y su nuevo equipo, integrado por once personas.
Pleno de autoridades
Presidieron el acto la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa; el presidente del Júnior, Rafa Espino; el director del Consell Català de l’Esport, Antoni Reig; el secretario general d’Afers i Relacions Institucionals, Exterior i Transparéncia, Aleix Villatoro; el ex presidente de la Federación Internacional, Leandre Negre; el de la UFEC, Gerard Esteva; el de Hockey per Terrassa, Francesc Salvatella; los ex presidentes de la Catalana Domènec Argemí, Manuel Martín-Borregón y Narcís Carrió y el actual, Xavi Adell, con su junta directiva en pleno.
Antes de la cena, y como es habitual, recogieron sus galardones los equipos campeones en todas las categorías del Campeonato de Catalunya (hierba y sala), la Copa Federació y la Copa Catalunya. El sábado por la mañana finalizó el Festival del Hockey Català con la disputa de los últimos partidos y el reparto de unas 3.000 medallas en las instalaciones del Júnior.
La gran sorpresa de la noche llegó con la proyección de un vídeo dedicado al gran homenajeado, un Narcís Carrió que se despidió con lágrimas en los ojos en las mismas instaciones que le vieron jugar hace 50 años. Representantes de los clubs, sus amigos del hockey, su esposa Marita, su hijo Narcís y muchísimas otras personas allegadas le tenían preparada esta sorpresa en el día de su adiós oficial.
Tras recibir el Stick d’Or de manos de su sucesor, Xavi Adell, Carrió ofreció un discurso que fue en buena medida un agradecimiento a toda la gente que le ha ayudado y apoyado en estos 25 años en la Federació Catalana, los doce últimos como presidente. Fue desgranando nombres: su esposa, su hijo, Leandre Negre, Rafa Espino, Gerard Figueras, Alejo Noblom, Jordi Alcover, Ricardo Ruiz, Salvador Salvatella, Ramon Tubau y Oriol Cortada, entre otros muchos.
Generosidad
"Un buen presidente con una mala junta no llegará nunca a ningún sitio. Pero yo he tenido la suerte de contar con una junta excelente. Estamos en un momento en que tenemos muchos retos por delante, incluidos los que tenemos como país. Hay que cambiar muchas cosas y estoy seguro de que Xavi Adell y su nueva junta lo harán de forma maravillosa. Como dice Gerard Figueras, no debemos olvidar que si vamos juntos, llegaremos más rápido, seremos más fuertes y también llegaremos más lejos", dijo.
El nuevo presidente, Xavi Adell, definió a Carrió como una persona "humilde, cordial, generosa y vital". Tras analizar los "excelentes resultados" de la pasada temporada, Adell comentó: "El listón está muy alto e intentaré hacer lo posible para llevar las cosas con dignidad". Agradeció el papel de todos los actores implicados en el hockey, prensa incluida, y dejó claro que "hay que cambiar el yo por el nosotros y el nosotros por el vosotros". No eludió nada, ni los "lamentables y reprobables incidentes" que ha vivido el hockey recientemente. "Hay que denunciarlos y castigarlos", recalcó. Y acabó haciendo suyas unas palabras del psicólogo Pep Marí: "Es más difícil emocionar que convencer" para acabar lanzando una promesa: "Creo que podremos hacer las dos cosas, porque tenemos sueños y coherencia".