Mereció ganar y acabó ganando. Quiso además el destino que España se impusiera a las neozelandesas por el mismo resultado (2-1) con el que sus homónimas de hace 25 años, las "chicas de oro" del hockey español, -que pasaron justo antes por el podio-, se impusieron en la gran final olímpica de Barcelona’21 a Alemania. Muchas de las actuales integrantes de la actual selección española conocen sólo de oídas esa hazaña. Algunas ni habían nacido y la mayoría usaban todavía el chupete. Pero ninguna de ellas se mantuvo el sábado ajena a la celebración del 25 aniversario de esa proeza del hockey y del deporte español. Aplaudieron a sus "predecesoras" y quisieron dedicarles una victoria ante otra selección de primer nivel, en este caso Nueva Zelanda. Lo consiguieron, aunque hay que destacar que las oceánicas habían aterrizado hacía no demasiadas horas y se encontraban todavía bajo el efecto del "jet-lag".
Desde el principio
Más allá del estado físico del rival, España cuajó un gran partido ante una selección que fue semifinalista en Río. El equipo, que llevaba apenas un par de días de entrenamientos en las piernas, no se guardó nada e hizo lo imposible por ofrecer su mejor versión en un escenario y una ciudad, Terrassa, que llevaba muchos, demasiados años, sin visitar. La delantera egarense Berta Bonastre, recién coronada campeona de Liga con el Braxgata belga, ofreció todo un recital ofensivo. Marcó un gol y mereció incluso alguno más.
Pero el hockey del combinado que prepara Adrian Lock se gestaba deste atrás, a base de una presión muy fuerte en todo el campo y con rápidas combinaciones que permitían generar peligro. Tras algunos escarceos infructuosos, Belén Iglesias inauguró el marcador a falta de 9 segundos para cerrar el primer período. Pocas cosas cambiaron en un segundo tiempo que permitió a las españolas afianzarse sobre el campo del Estadi Municipal Martí Colomer. A los cuatro minutos, Bonastre se escapó por la izquierda, entró en el área con la velocidad que la caracteriza y batió de bellísimo revés cruzado a la portera neozelandesa Sally Rutherford. Poco duró, sin embargo, la alegría para las chicas de Adrian Lock, ya que segundos después Kirsten-Leigh Pearce aprovechó una bola muerta para batir a la portera española y establecer un 2-1 que resultaría ya definitivo.
No afectó en nada el hecho de que Nueva Zelanda recortara diferencias a la voracidad de un equipo español que tiene cada vez más interiorizados los innegociables principios de su juego: trabajo, combinación, sacrificio constante y verticalidad. A dos minutos del descanso, la egarense Marta Segú pudo ampliar la ventaja, pero su remate se estrelló en la madera.
En el tercer cuarto, España se volcó sobre la meta rival y Salvatella, Bonastre y Riera, de penalti lo intentaron sin fortuna. España lanzó cuatro penaltis sin aprovechar ninguno, pero no concedió ninguno. En los minutos finales, el equipo se relajó y concedió demasiadas ocasiones a las neozelandesas.
ESPAÑA 2
NUEVA ZELANDA 1
ESPAÑA. M. A. Ruiz, J. Pons, X. Giné, R. Gutiérrez, C. Ycart, M. García, B. Pérez, M. López, C. Petchamé, C. Salvatella y B. Bonastre, equipo inicial, C. Guinea, B. Iglesias, M. Tost, L. Riera, M. Segú, L. Jiménez y M. López de Eguílaz.
NUEVA ZELANDA. S. Rutherford, E. Goad, O. Merry, B. Neal, R. McCann, S. Charlton, K. L. Pearce, N. Fitzsimons, K. Smith, P. Hayward y J. Grant, equipo inicial, S. Harrison, F. Davies, A. Robinson, E. Gunson, S. Michelsen, S. Gloyn y G. O’Hanlon.
Árbitros. Dirigieron el partido los colegiados Sandra Adell y Daniel Rodríguez.
Goles. 1-0, minuto 15, Belén Iglesias; 2-0, minuto 19, Berta Bonastre; 2-1, minuto 20, Kirsten-Leigh Pearce.
