“Estoy muy decepcionado por el resultado, por la gente, por cómo está el vestuario, pero sobre todo por cómo ha sido. Es muy cruel que te ganen con dos penaltis y muchas cosas que deberemos analizar.” Con esas palabras analizó Agustín Vacas, entrenador del Terrassa FC, la derrota sufrida ante el Ontinyent este domingo que deja a los egarenses fuera de la carrera por el ascenso. “Si te ganan siendo superiores no pasa nada, pero de esta manera costará mucho recuperarnos.” Vacas fue expulsado al final del partido por sus protestas hacia el colegiado. Igual que poco antes el preparador físico, Edu Caro. El árbitro también reflejó en el acta el lanzamiento de una lata desde la grada. Su salida del estadio resultó accidentada dado que su vehículo recibió algún golpe de aficionados que esperaron su marcha.
El técnico lamentó las ocasiones erradas en el primer período. “Hemos tenido dos llegadas muy claras y dos largueros. Podríamos haber resuelto en la primera parte.” Vacas admitió que tras el 0 a 1 su equipo cayó en manos de la ansiedad. “Incluso después del gol ha sacado un par de ocasiones Ortega. Nos ha costado asimilarlo. Los nervios y la precipitación nos han penalizado.”
En relación a su futuro en el Terrassa FC, Agustín Vacas no quiso pronunciarse. Admitió que le gustaría seguir en el club, pero añadió que queda a la espera de noticias. En todo caso, la eliminación en esta primera eliminatoria podría condicionar en gran medida su renovación, un aspecto sobre el cual el club no ha querido pronunciarse abriendo un silencio que genera grandes dudas al respecto. “Me gustaría seguir, por descontado. Sólo tengo palabras de agradecimiento para este club que se acordó de mí. Y pienso que Agustín Vacas ha respondido bien. Hemos acabado terceros, se han recuperado jugadores importantes, el vestuario es una piña y los números son muy destacados.”
Pablo Amantini habló de la polémica acción del penalti. “No le hago falta. El delantero se tira cuando choca conmigo. El árbitro no puede ver la jugada”, explicó. “En este momento te viene a la mente lo del primer partido, donde ya les regalaron un penalti. Es un final duro y sientes que te roban, fuera y en tu casa.”
En el vestuario y en el terreno de juego se derramaron muchas lágrimas fruto de la decepción final. “No hay palabras para explicarlo. Ha sido una decepción muy grande. Es un golpe muy duro”, señaló el centrocampista Àlex Fernández. “Hemos tenido el partido controlado, en la primera parte no hemos materializado las ocasiones pero no veíamos peligrar nuestra portería. Hasta que nos hemos encontrado con algo muy parecido a lo del partido de ida. Prefiero no hablar para no perjudicarme”, dijo en relación a la actuación arbitral.